Jesús de la Gándara

La columnita

Jesús de la Gándara


Labios de covid

08/03/2021

El denominado Lipstick Index es un indicador económico que se asocia a tiempo de crisis. Consiste en un aumento de la venta de barras de labios que se produce cuando hay grandes crisis, catástrofes, amenazas globales. Lo acuño en 2001 Leonard Lauder, CEO de Estée Lauder, aunque ya se conocía de antes, siempre asociado a grandes crisis sociales y económicas, hasta el punto de ser un marcador muy fiable del estado emotivo-económico de las poblaciones. 
Pero ahora, como consecuencia del covid, se ha detectado que no se cumple. Por primera vez falla este fiable predictor. La casusa es evidente: las mascarillas, pero también que no estamos para muchas fiestas, y lo que antes era adorno, atracción y protección, ahora es incordio, molestia y borrón. Total que nuestros labios salen perdiendo. Esos labios rojos carnosos y sensuales, dónde estarán; esos señuelos que anuncian otros labios para el placer y el erotismo, dónde se ocultarán. Ahora tenemos labios agrietados, sosos, secos, tristes… Pobres labios, qué culpa tendrán.
Los teóricos tratan de inventar otro indicador fiable para controlar la evolución de la crisis económica, y han propuesto dos, el rímel index, (la venta de lápices de rímel ha aumentado mucho) y el skin cream index (la venta de cremas faciales se ha disparado), pero al parecer éste es el único que se sostiene.
Luego, conclusión, qué pena me da que esos maravillosos instrumentos multiuso que los humanos tenemos en la puerta de la vida, que saben hacer cosas maravillosas, como mamar, chupar, gesticular, silbar, hablar… pero sobre todo besar. No es justo que no los cuidemos como se merecen. Esos labios de mamá que se comen a besos al bebé, esos labios ancianos que achuchan las tiernas mejillas de los nietos; esos labios míos que buscan con ansia los tuyos, para cuidarte, para consolarte, para apaciguar las angustia y quimeras de la vida, para amarte, para compenetrarte… Que todas esas cosas tan buenas se las haya cargado el maldito virus, eso nunca se lo voy a perdonar. 
Sabes qué te digo, que mañana mismo voy a la perfumería y te compro media docena de barras de labios, y para mí otro, que también los hay para hombres, un bálsamo labial protector e hidratante, para besarte mejor.