Héctor Jiménez

Plaza Mayor

Héctor Jiménez


Festival de rebajas

05/09/2022

Está de moda abaratar el transporte público. Es más limpio que el coche, ocupa menos espacio que la acumulación de vehículos particulares, permite ahorrar emisiones y, bien gestionado, resulta rápido, eficiente y competitivo respecto a los desplazamientos privados. No hay más que ver la sucesión de rebajas que las distintas administraciones han anunciado en los últimos días.

Empezó el Gobierno anunciando la gratuidad de los cercanías y los trenes de media distancia, además de una jugosa rebaja del 50% en el precio de algunos trayectos de alta velocidad. Y después llegaron los ayuntamientos poniendo en marcha rebajas en el autobús urbano. En Burgos capital, por ejemplo, estará durante cuatro meses al 50%.
De entrada, bienvenido sea. La primera impresión siempre es buena cuando a uno le anuncian rebajas, pero al tratarse de una medida que necesita dinero público para su implementación es necesario analizar también los matices, pros y contras.

¿Cuánto le costará esto a las arcas públicas? Mucho. ¿Merece la pena fomentar el transporte público y echar una mano a los usuarios que afrontan un temido otoño de crisis energética? En casi todos los casos sí, pero habrá excepciones como siempre que se pone en marcha una decisión universal.

El café para todos siempre es injusto. No debería pagar lo mismo quien gane 10.000 que quien se embolse 100.000 euros anuales, pero entiendo el engorro máximo que puede resultar para las administraciones el cruce de datos con las declaraciones de renta y patrimonio. Algún día, quizás, con la implantación de una verdadera administración electrónica, será más factible. 

Además, la medida está solo anunciada hasta final de año. ¿Habrá finalizado para entonces la guerra de Ucrania? No parece probable. ¿Prorrogarán los gobiernos entonces la medida?Apostaría que sí, puesto que entonces solo quedarán cuatro meses para las elecciones municipales (y en muchas regiones también autonómicas).

Total, que habremos entrado así en una espiral de subvención masiva del transporte público que tendrá difícil marcha atrás. Bienvenida sea si sirve para fomentarlo de verdad, y no solo para jugar con sus anuncios con indisimulado electoralismo.