Jesús de la Gándara

La columnita

Jesús de la Gándara


¡Hoy me han visto 50 pacientes!

30/05/2022

Eso me dijo en una ocasión un buen médico. Me han visto, no los he visto. Lo dijo con pena, con desencanto, con agotamiento profesional. Eso no es ser médico, es estar médico, me dijo. Estar unas horas de consulta, un día de guardia. Estar pero no serlo es lo peor que le puede pasar a un profesional de la medicina, o de cualquier profesión que se precie de serlo. Eso es trabajar pero no profesar. Y eso está pasando en España desde hace mucho tiempo, y aun más en CyL. Por eso ocurre lo que ocurre con la medicina general o de familia o como la llamemos. Sin el ejercicio digno, profesional y eficiente de la medicina general el resto de la asistencia sanitaria no es posible. Por eso, en comunidades envejecidas, despobladas y limitadas en recursos como la nuestra, nadie quiere ser médico de atención primaria. Porque eso no es ser médico, es estar médico. Y eso no se compensa ni con dinero, y esto tampoco lo tenemos. Tenemos peores condiciones y peores sueldos que otras comunidades, y eso es injusto y peligroso, nos aboca a un futuro sin porvenir. Este hecho es una consecuencia indirecta del gran problema que padecemos en CyL: despoblación, envejecimiento, penurias, y agendas políticas demostradamente inútiles en los últimos 20 años, sobre las que giramos como burros en la noria. Hay que hacer algo ya, algo fuerte, con compromiso y constancia. Cada uno puede aportar algo. Yo tengo ideas, tú tienes una empresa, el tiene un cargo, nosotros tenemos trigo, vosotros tenéis leche, ellos no tienen nada… pero incluso estos pueden hacer algo. Yo puedo aportar ideas, tú dinero, él trabajo…  para mejorar las profesiones esenciales para las condiciones de vida. 

La Junta tiene que hacer un plan fuerte para que no se vayan más jóvenes y que vengan los que se fueron, pero algo digno y estable, y no esos apaños de ahora. Desde el Gobierno hacia abajo todos, con decisión y decisiones, ideas y acciones nuevas, creativas, no más de lo mismo. Hay que googlear la comunidad entera, convertirla en un paraíso verde, dejar la historia en un museo y sacar a la calle el porvenir de la ilusión, un gran nuevo reto que convierta la comunidad en otra más joven, más sana, más alegre. Donde yo pueda sentirme orgulloso de ver a mi médico y él de verme a mí.