Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


El último autobús

23/08/2021

Confieso que en asuntos de movilidad y transporte colectivo soy juez y parte. No es que sea accionista de Alsa o de Soto y Alonso…, simplemente que no tengo carné de conducir -cosa de nervios- y que dependo de mi paciente esposa y de amables familiares, convecinos y amigos para viajar más allá de la capital. 
Entonado el mea culpa, regreso al meollo de la cuestión, a romper otra lanza por ese medio rural abandonado de la mano de Dios, también en materia de transporte de viajeros por carretera. Importante es sin duda, la cobertura sociosanitaria, educativa, digital…, pero, de verdad, créanme, que contar con un buen servicio de autobuses es no menos esencial para fijar población en ese medio rural y en la provincia de Burgos no lo hay porque sigue primando la rentabilidad económica sobre la social. Es la pescadilla que se muerde la cola. No hay viajeros porque faltan servicios y no hay servicios adecuados porque faltan usuarios. Muchos pueblos se ven condenados, con suerte, a uno o dos coches de línea por semana. Con itinerarios y horarios bien estudiados seguro que se resolvía el dilema.
El transporte a la demanda que nos vende el consejero Suárez-Quiñones queda bien para la foto, pero es de eficacia muy limitada y los metropolitanos llegan hasta donde llegan, más bien a pocos de esos pueblos pequeños, como el de mi padre, Villanueva Matamala. Pese a ser la única pedanía de Arcos se eliminó del mapa de la línea M-2 porque había ‘pocos viajeros’. Ahora no hay ninguno… Y hay más casos. Por ejemplo, el metropolitano de Ibeas, entra en San Medel hasta la cocina, pero no en San Millán de Juarros, el pueblo de mi madre. Está claro que no tengo baraka. 
El argumento de las administraciones y de las empresas es siempre el mismo, que son líneas deficitarias. Y no lo discuto, los números cantan, pero lo mismo ocurre el servicio de autobuses urbanos de Burgos capital y se sigue manteniendo con dinero público… Y qué decir del transporte escolar. He visto autobuses que van ocupados con dos o tres alumnos.
Estoy seguro de que sí se amplía y mejora el transporte colectivo en el medio rural no solo se conseguiría poner un granito de arena en esa lucha contra la despoblación, sino que además también se avanzaría en esa batalla para reducir las emisiones de CO2 y el cambio climático porque se reduciría el uso de turismos. Y, si me apuran, también se rebajaría la siniestralidad en carretera.
En fin, ahí lo dejo. En la confianza de que nuestros sesudos y preclaros gobernantes den con la solución que desbarate este círculo vicioso y la apliquen.