Fernando González Urbaneja

Cartas desde 44 leguas

Fernando González Urbaneja


Las puertas de la Catedral

02/03/2021

El debate público sobre los asuntos de la comunidad siempre ayuda. Otra cuestión es que sea ordenado, leal, proporcionado…y bien informado. El periodismo está para ayudar al debate y contribuir a ordenarlo. Hay veces que es casi imposible, cuando entran en juego sentimientos, emociones, gustos. Sigo el debate sobre las puertas de la fachada principal de la Catedral por el Diario; noto que hay confrontación, más o menos bien informada, más o menos cualificada y emocionada. Firmas y portavoces contundentes contra las nuevas puertas y también opiniones cualificadas, con conocimiento de la Catedral, de su historia y circunstancias, con criterio sobre monumentos y su significado. 
El Cabildo, gestor de la Catedral, está por las nuevas puertas, ha dado todos los pasos para ello, quizá con poca conciencia de que se trata de una decisión que provocaría una controversia que hay que ordenar y ponderar. No es posible que todos tengan razón y se queden satisfechos. En este debate la opinión del ciudadano de a pie, y me considero de esa familia, no se puede dar de lado, aunque arrastra los prejuicios de cada cual y sentimientos personales y subjetivos. En este asunto hay que convencer, que no significa dejarse llevar por la corriente. 
Frente a los monumentos históricos hay dos caminos: mantenerlos como están por lo que representan o dejarles vivir, evolucionar, añadir más escuelas y estilos. La Catedral es un ejemplo de ente vivo, de suma de escuelas a lo largo de los siglos. A favor de quienes la gestionan hay que reconocer que los trabajos de restauración durante estos años han mejorado un monumento, que hoy es mucho más imponente que hace veinte años. Por eso merecen confianza. 
Las actuales puertas son de lo menos relevante de la Catedral actual, lo cual anima un voto a favor del cambio. Las nuevas pueden gustar o no, pero añaden valor, más allá de la polémica. La decisión la tiene la Junta, cualquiera que adopte será opinable. Si tuviera voto votaría por el cambio, por añadir y arriesgar, por un monumento vivo.