Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


Un cambio

07/07/2022

Comienza la función de los presupuestos para el próximo año y ya han quedado superados con los entre 12.000 y 15.000 millones adicionales, que costará subir las pensiones. A esto hay que añadir 6.000 millones de alzas salariales para que los funcionarios mantengan su poder adquisitivo y los 1.000 millones anuales prometidos en defensa, en la cumbre de la OTAN, para alcanzar el 2% del PIB. Difícil negociación para un Gobierno sin credibilidad y esto debe dar lugar a un adelanto de las elecciones para poder vislumbrar un nuevo horizonte, donde las puertas a un gobierno que dé sensatez a esta España comience a ser parte de una realidad necesaria. Somos conscientes que esta forma de vivir el presente nos asfixia y por ello debemos ser consecuentes que no podemos cambiar el pasado, pero sí construir un nuevo futuro basado en lo que queremos ser y no en lo que otros quieren que seamos.

Este cambio que necesitamos nos lleva a reencontrarnos con ese camino perdido, un camino de ilusión que debe afectar a esa nueva forma de intentar reconstruir esta España, con una visión clara de hacia dónde hemos de ir. Esto nos debe de trasladar a un nuevo mañana que dé paso a esa otra forma de gobernar, diferente en nuestro país, basada en dirigir una España desencantada, cabreada, triste, desilusionada, monárquica o republicana, de izquierdas o de derechas, pero que tiene dentro de sí misma un sentimiento de nación. Esta reflexión debe ser el punto esencial que nos debe de llevar a reencontrarnos con un líder y con un partido que defienda nuestros intereses, independiente del sentir ideológico de cada uno. 

Esta nueva forma de gobernar se ha iniciado en Andalucía y ha dado lugar a que el político perciba esa realidad basada en un principio básico y claro que es demostrar que la militancia nunca es el reflejo de la sociedad, sino que la sociedad debe ser el reflejo de lo que demandamos del político y es que resuelva los grandes riesgos que nos acechan: la inflación, el elevado endeudamiento público, la pérdida de competitividad y el efecto de encarecimiento que provocará las próximas subidas de los tipos de interés.

Carecemos de dirección y principios esenciales para construir un futuro, pero sabemos que la única moneda de curso legal que existe debe ser la confianza, pongamos precio a nuestro futuro.