Acaba de comenzar y, desde antes de hacerlo, 2021 está marcado como el año de las grandes esperanzas y expectativas. Más allá de las individuales, las colectivas. También ha arrancado con una misión global. La propuesta por Riccardo Muti a los gobernantes del mundo mientras dirigía el Concierto de Año Nuevo. Cuidar la cultura, un bien de primera necesidad clave para lograr una sociedad mejor, espetó. De alguna manera, la cultura como una vacuna para preservar la salud mental. Un encargo encomiable pronunciado en uno de los momentos con más escuchantes. 

Solo resta que recojan el mensaje sus destinatarios. Y lo lleven a buen puerto. Porque la cultura, en sus múltiples lenguajes, se cuela en todas las maneras de vivir. Muti impregnó de normalidad con éxito un evento que no lo era. Mirando a una platea en la que faltaban dos mil almas y sus aplausos. La tecnología permitió disfrutarlos de manera virtual. Otra maravilla propia de la inteligencia artificial; también cultura.

Pese a las perspectivas, el año que comienza lo hace en gris oscuro, con la crudeza de la pandemia y la carrera por vacunar. Pasar de año no nos permite tachar la página del virus. Hay que seguir conviviendo con él y convivir no significa forzar una normalidad que no puede ser. Aún no existe. 

Para que llegue, con el permiso imprescindible de la ciencia, tenemos la misión particular de cuidarnos como sociedad. Solo así, cuando suba el telón los aplausos dejarán de ser virtuales y las salas se llenarán.

Mientras, y más en un día mágico como hoy, toca soñar despierto y empezar a rodear fechas para celebrar la cultura en 2021, con Burgos lleno de planes en torno a nuestra Catedral. Gusta también saber que La M.O.D.A ha vuelto a agotar entradas en La Riviera. Brindo para que 2021 marque récords con la cultura como protagonista.