De Burgos y a Primera División, muy pocos futbolistas han llegado. Sobran dedos en una mano para contar los que lo han hecho en las últimas dos décadas, porque Mata, que nació aquí cuando su padre jugaba en el Real Burgos, creció en Asturias. Y de allí se siente. Así que tras el debut del serrano Álvaro Antón con el Valladolid en Mendizorroza en junio de 2003, tan solo tres burgaleses han alcanzado la élite y dos de ellos se enfrentan este domingo; algo que no sucedía desde diciembre de 2017.

Entonces fueron Mario González y Diego Rico, que inició la remontada del Leganés frente al Villarreal en un encuentro que acabó 3-1 a favor de los pepineros y con ambos futbolistas de la tierra intercambiándose las camisetas sobre el césped de Butarque. El domingo, si así lo estiman Jagoba Arrasate e Imanol Alguacil, técnicos de Osasuna y Real Sociedad, habrá otro duelo burgalés en El Sadar, de nuevo con Diego Rico y esta vez con Sergio Herrera como protagonistas. 

El lateral izquierdo burgalés acababa de debutar con el filial del Zaragoza en Segunda B tras una sensacional temporada con el equipo maño en la División de Honor Juvenil. El guardameta mirandés también se había estrenado con el segundo equipo del Alavés en Tercera después de rendir a buen nivel con el equipo babazorro en la máxima categoría juvenil. 

Hablo de Rico y Herrera, que apenas tenían 19 años cuando en mayo de 2012 protagonizaron una doble página en este periódico junto a otros cuatro jóvenes talentosos de la tierra que apuntaban maneras, entre ellos Diego Abad, hoy delantero del Burgos CF Promesas de la Segunda RFEF. Lo recuerdo bien porque servidor firmaba aquel reportaje.    

«Esnáider confió en mí y me dijo que no le defraudé», contaba satisfecho entonces Diego Rico, que el verano anterior había hecho las maletas tras acabar quinto en División de Honor con el Burgos Promesas y ascender con el equipo aficionado a Tercera. «El Burgos CF me dijo que me quería para Segunda B, pero no hubo oferta ni nada. No mostraron mucho interés», aseguraba sobre la posibilidad de haber vestido de blanquinegro. Tras Zaragoza, Leganés y una experiencia en la Premier League con el Bournemouth, Rico está de vuelta con la Real.

«Como a todo futbolista de Miranda, me gustaría jugar en el Mirandés», reconocía, por su parte, hace nueve años Sergio Herrera, al que su explosión con el Huesca en Segunda tras pasar por el Laudio y el Amorebieta le llevaron a Pamplona, donde hoy es el guardián bajo palos.

¡Ah! Y el otro burgalés hoy en la élite, Mario González, juega en el Sporting de Braga y ya golea tanto en la liga portuguesa como en la Europa League...