José María Chomón

Bailando bajo el diluvio

José María Chomón


El tren in...directo

16/07/2020

¡Que nadie se lleve a engaños! La línea ferroviaria directa entre Burgos y Madrid, inaugurada por Franco en 1968 y cerrada en 2011, no se volverá a reabrir ni a corto ni a medio plazo, a pesar de las protestas y exigencias de las plataformas por el tren directo que, hay que reconocerlo, son tan perseverantes como las veraniegas excavaciones arqueológicas de Atapuerca.
El abandono y cierre de esta línea no puede ser entendido sin la colaboración, necesaria, entre los partidos Socialista y Popular, casualmente los mismos protagonistas que decidieron en su día que la capital de Castilla y León estaba mejor a orillas del Pisuerga. En la capital de facto de Castilla y León, gracias a la poderosa influencia de sus políticos, bailan bajo el diluvio por haber tenido la habilidad de consolidar a Valladolid como eje esencial de las comunicaciones ferroviarias… y también de las viarias… y también de las aéreas.
Las declaraciones y acuerdos de las instituciones burgalesas no dejan de ser simples fuegos de artificio y nada se puede esperar, salvo vanas promesas siempre incumplidas, de los procuradores y parlamentarios burgaleses, más preocupados en servir como fieles súbditos a sus partidos y ejecutivas que a los intereses de sus electores.
En 1893 en Diario de Burgos se podía leer, sobre la demandada conexión ferroviaria directa entre Burgos y Madrid que «la historia de este proyectado ferrocarril, que tan beneficioso habría de ser para la provincia, no puede ser más lastimosa». ¿Podríamos decir lo mismo casi 130 años después?
Tenemos lo que cosechamos. Un tren in…directo para llegar hasta Madrid, con el itinerario del siglo XIX, que además nos permite, y esa debe ser la razón de fondo, visitar otras hermosas ciudades, aunque se incumpla, para este caso, la máxima de que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta. Así que, no nos dejemos engañar. No habrá reapertura de línea ferroviaria directa con Madrid para mercancías, y menos para pasajeros, o…, mejor dicho, solo será posible si algún día lo exige el denostado PNV.