Hemos disfrutado de uno de esos puentes largos y raros que nos da el calendario y en los que siempre pienso que voy a hacer mil cosas y luego, nada de nada.

En esta ocasión, me he escapado el fin de semana para coger un poco de aire y poder acabar el año. La realidad es que me he encontrado un panorama triste, ni las luces de Navidad han podido ocultar en las ciudades los locales vacíos y los ejes urbanos, que van perdiendo fuelle día tras día. Ya es un hecho, nos estamos cargando nuestras ciudades. Para mí poco interés puede despertar ya ir a muchas de ellas cuando una vuelta por sus calles, es lo mismo que ya disfruto a diario en mi casa. Estamos permitiendo que nuestras calles tengan los mismos escaparates, las mismas luces, el mismo aire, la misma moda… convirtiéndonos en clones y perdiendo todo aquello que nos hace diferentes y nos da nuestra identidad. En una de estas ciudades, ya aburrida de tanta gran distribuidora y franquicia, se me ocurrió preguntar a una lugareña, dónde estaban las tiendas multimarca, sí esos establecimientos que marcan la diferencia, dotando a las calles en las que se encuentran de un estilo propio. La señora me miró y como si estuviera viendo un extraterrestre me señaló la misma vía peatonal en la que ya me encontraba, diciéndome que esa era la zona comercial. Y era cierto, el comercio descafeinado, el de repetición, el que no me descubre nada, ni me sorprende, allí estaba uno tras otro, todos del mismo palo pero con distinto nombre.

Y entonces, me acordé de mi Burguitos y de los empresarios locales que siguen levantando la verja de sus comercios independientes, iluminando sus escaparates, únicos y distintos, porque ellos sí son diferentes y sus artículos también. Peleando en una lucha absolutamente injusta y desigual frente a otros formatos comerciales. Comprometidos con ser sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, empeñados hasta las trancas en su labor de mantener vivas nuestras calles durante todo el año, aunque nieve, llueva, caigan chuzos o haya una pandemia del carajo, ahí están siempre para nosotros. Al final tú eres quien decide qué ciudad y qué comercio quieres tener. Si apoyas a tu comercio, apoyas a tu ciudad.