María Guerrero

Tribuna Sanitaria

María Guerrero


Vacunación HPV: Igualdad y equidad

08/11/2022

Estoy contenta, muy contenta, por la reciente decisión de la Comisión de Salud Pública, que entre sus funciones ostenta la de proteger y mejorar la salud pública de los ciudadanos, de ampliar la cobertura vacunal contra el virus del papiloma humano (HPV) a los niños. El impacto futuro de esta intervención en la prevención de la infección y de las lesiones asociadas, va paralelo a los objetivos de la OMS para lograr la erradicación de algunos cánceres relacionados con este virus.

El HPV es la infección de transmisión sexual más frecuente, aproximadamente el 80% de la población que ha tenido relaciones sexuales ha estado expuesto a él. El padecer esta infección genera importante inquietud, por una parte por tratarse de una infección de transmisión sexual y por otra, por el potencial oncogénico en algunas variantes virales.

Hace unos 15 años se inició la vacunación contra el HPV a las niñas, un importante avance en ese momento con el objetivo de disminuir la incidencia de cáncer de cérvix y otros cánceres ginecológicos, con alta respuesta en todas las convocatorias, especialmente en nuestra comunidad. 

Pero el HPV no entiende de sexo, ni de género, ni de orientación o actividad sexual. Por lo tanto, es fácil de entender que vacunando únicamente a un sexo, la posibilidad de erradicar la infección disminuye, y que siendo un problema de salud pública no deberían existir diferencias en su indicación en función del sexo, pues tampoco existen para la adquisición de la infección.

La mayor parte de los países europeos iniciaron la vacunación financiada contra el HPV a las niñas al mismo tiempo, y a largo plazo el efecto de esta medida en el control de la infección ha sido muy positivo, pero no sólo en las mujeres, sino también en los varones cuyas parejas heterosexuales habían sido vacunadas, por el denominado efecto rebaño. 

En el momento actual más de 40 países en el mundo presentan un calendario vacunal contra el HPV sin distinción de sexo. 

La situación actual en España respecto a la vacuna del HPV no es de equidad ni de igualdad. Excepto en tres comunidades autónomas, Cataluña, Valencia y Galicia, la vacunación financiada sólo incluye a las niñas. Es posible la vacunación no financiada a los niños, mediante la compra en farmacia, dependiendo su adquisición de las posibilidades económicas de cada familia, lo que expone la desigualdad social. Así que es fácil deducir que hoy, un adolescente español tiene garantizado la vacunación contra el HPV, en función de su sexo, su lugar de residencia y su economía familiar. 

Confío en que esta importante decisión en la ampliación de la cobertura vacunal a los niños cuente con la participación y apoyo de los progenitores, y no genere dudas respecto a su eficacia, seguridad y efectos secundarios. Existe amplia evidencia científica sobre la futura repercusión en términos de salud pública. Desde aquí apoyo esta iniciativa con una amplia sonrisa, y ésta sí confío en poder contagiarla.