No será el primero que posa en lo alto de la Catedral, pero pocos lo habrán hecho en esmoquin, para la portada de uno de los suplementos dominicales con más difusión, después de haber encarnado a uno de los personajes históricos con más tirón mediático y revestido de la seriedad que da soportar la losa de su predecesor más famoso: Charlton Heston. Con la campaña de promoción de El Cid, Amazon se está dejando algunos cuartos en Burgos con banderines y grandes paneles, pero lo que es impagable es esa portada con Jaime Lorente, que deja en anécdota los reposacabezas del Alvia y los carteles en el metro de Madrid con los que la ciudad se quiere vender a los visitantes. 
Cerca de la localidad de Malpartida de Cáceres, de camino al Museo Vostell, se puede encontrar una señal que lleva a una de las localizaciones de Juego de Tronos. La que suscribe confiesa que se desvió para intentar adivinar el lugar exacto de una de esas escenas en las que uno de los dragones arrasa con todo lo que se menea. Otras localizaciones han aprovechado la fiebre por la serie de los Lannister, Stark y compañía y no necesitan ni cartel anunciador: que se lo pregunten a San Juan de Gaztelugatxe, al final de cuyas escaleras los visitantes esperan encontrar un castillo como el de Rocadragón. Había, quizá sigan existiendo, tours guiados por los escenarios de Sexo en Nueva York y Escocia explota con éxito las rutas para los fanáticos de Outlander. 
Lo primero que pensé en mi primera visita a Sad Hill, además de en el tremendo trabajo de los voluntarios que recuperaron el magnífico escenario de esa escena del duelo entre Eastwood, Van Cleef y Wallach, en El bueno, el feo y el malo, fue en la persona a la que se le ocurrió que tenía que ser ese, y no otro, el paraje adecuado para recrear el emblemático cementerio. Lo que hace 55 años fue, quizá, casualidad, ahora sería cosa de una Film Comission, que tendría fácil vender cualquier rincón de Burgos para ser escenario de una película o una serie. Teniendo en cuenta la necesidad de aprovechar cualquier oportunidad económica, no se entiende por qué una oficina así aún no se ha puesto en marcha. En eso también vamos tarde.