Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


Subsidio y paro

21/04/2023

Lejos del criterio de economistas de independencia y conocimiento probado, que sostienen que el desarrollo económico y la competitividad de un país depende en gran medida de la cultura política, social y empresarial del mismo, el gobierno ha comprado el relato ideológico de Podemos y se ha apuntado al mantra de la subvención pura y dura. Ha visto en los socorridos bonos, burbujas electorales y demás subsidios, ajenos al necesario rescate y socorro social, una fórmula para asegurarse tupidas redes clientelares y lealtades a pie de urna.

Cierto es que de este uso y abuso de la subvención no es nueva ni la ha inventado el sanchismo. Imperó e impera también en la España autonómica como fórmula de los partidos en el poder para asegurarse nuevos mandatos, pero, sin duda, ha sido con el ejecutivo de coalición del PSOE y de Podemos el que ha rizado el rizo, entregándolas a troche y moche y sin control. 

La sustitución de una economía productiva y competitiva, esa que genera empleo y riqueza en firme, por otra excesivamente subsidiada provoca no pocos efectos perversos y lleva a que muchas familias no levanten cabeza porque las subvenciones son limitadas y finitas y porque algunas de estas ayudas son puramente cosméticas y otras no siempre llegan a los colectivos más desfavorecidos y necesitados ni tampoco contribuyen, como pregonan, a ese fin primigenio de luchar contra brechas y desigualdades.

Nadie debe quedarse en el camino de una crisis, pero sería mucho más inteligente, como apuntan esos economistas, mantener esas ayudas públicas de urgente, vital y demostrada necesidad para aquellos que efectivamente las necesiten, pero a la vez invertir más dinero en políticas activas de empleo, dando así a los parados las herramientas necesarias, impulsando el emprendimiento, la iniciativa y, en definitiva, la productividad. Conviene tener muy en cuenta estas reflexiones ante las elevadas tasas que alcanza el paro en España.