José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


Arrimar el hombro

22/12/2020

Se trataba de un desayuno de la Fundación del VIII Centenario de la Catedral con los medios informativos. El objetivo era ofrecer el balance de actividades del año y anticipar algunas de las principales para el 2021. Pero el aliciente para muchos de los asistentes era poder conocer al Arzobispo, Don Mario Iceta. Era la primera ocasión en que coincidían algunos de ellos. Me pareció percibir cierta expectación. La verdad es que Don Mario no decepcionó. Como es natural está en la fase de absorber todo tipo de informaciones sobre Burgos y sus gentes. Y la Fundación de la Catedral, que ahora preside, es una buena piedra de toque para irnos conociendo ya que es un experimento que está funcionando gracias al apoyo de todo tipo que está teniendo. No tardó mucho en hacerse con el control de las cosas. Su edad y formación se notan. También sus buenas dotes de relación pública, su jovialidad y sobre todo su discurso. A las primeras de cambio, refiriéndose a los medios, puso encima de la mesa conceptos como libertad, pluralidad y objetividad para acabar calificándoles como esenciales para el servicio del bien común y la democracia. Una buena forma de iniciar una relación. Pero junto a ello enseguida se puso a hablar de personas sin trabajo, pobreza energética, de trabajadores en ERTE, de comerciantes y hosteleros al límite de sus fuerzas y de todos los que más están sufriendo la pandemia. Y de otras muchas cosas interesantes. Me llamó la atención que parece tener muy presente el papel de la Fundación como motor de la sociedad. Uno más entre aquellos que tienen que estar arrancados y empujando ahora que es cuando más lo necesitamos todos. Se refirió a la Catedral como servidora de la sociedad consciente del potencial económico que pueden llegar a tener sus iniciativas. Con toda claridad expuso, a título de ejemplo, que había que organizar una visita nocturna para asegurarse que los turistas tengan que cenar y pernoctar en Burgos. Apoyo claro y directo a la hostelería. No es sólo una idea. Sabe de lo que habla por sus experiencias en otros lugares. Se mostró dispuesto a arrimar el hombro. Con este discurso no creo que tarde mucho tiempo en vencer esa legendaria frialdad con la que nos tildan a los burgaleses en nuestra relación con los forasteros. Feliz Navidad y… buena suerte con la lotería.