Alfredo Scalisi

Plaza Mayor

Alfredo Scalisi


Momentos puntuales

18/05/2022

¡Hola Fondo Norteeeeee…! Aquellas tardes de mediados de los 80 El Plantío estaba en ebullición. Desde el Fondo Sur se saludaba con ordenado griterío a todo el estadio, una costumbre que fue copiada en toda España. El Real Burgos jugaba en Segunda B, pero se estaba gestando una de las épocas más brillantes del fútbol burgalés. Eran años en que la afición llevaba en volandas a un equipo que, unos años después, estaba en Primera. Aquí cayó el Madrid de La Quinta, al Barcelona de Cruyff le fue inútil su famosa possessió y muchos equipos importantes mordieron el polvo. Es imposible olvidar aquella Copa en la que eliminamos a equipos superiores y de la que nos apeó el Zaragoza en un encuentro que paralizó la capital. Por este estadio pasaron los más grandes jugadores, incluido el mismísimo Maradona. Pero aquello duró poco. Salvo en la efímera época de aquel Burgos CF. de Juanito, Valdés, Viteri y compañía, nuestro fútbol nos ha acostumbrado a crisis económicas, desapariciones, refundaciones y pésimas gestiones. Aquellos años de bonanza fueron momentos puntuales.

Mientras, en el Polideportivo Municipal, el baloncesto burgalés, con el nombre de la espada del Cid por bandera, esgrimía sus armas en las divisiones de plata y bronce. Durante unos años, el Tizona (después Autocid) nos hizo vibrar con las jugadas imposibles de Ramón Ruiz o la dirección de Salva Díez. Casi llegaron a la ACB, pero no pudo ser. Fueron también momentos puntuales. 

Pero ni el más optimista de aquellos seguidores llegó a soñar que un día, Burgos, tendría un equipo que congregaría a más de 10.000 personas en un gran pabellón y que se mantendría entre los mejores de la liga. Y si a eso añadimos que conseguiría dos títulos europeos y uno mundial, entonces tendríamos que hablar ya de milagros. El sábado, el Hereda San Pablo descendió. Ha sido una época inolvidable. Ahora, lo importante, es volver a la élite sin repetir los errores de antaño. Y que lo que hemos vivido no sea, como en el caso de sus predecesores, momentos puntuales de gloria.