Jesús de la Gándara

La columnita

Jesús de la Gándara


Virus vagos

22/03/2021

Los virus son vagos por naturaleza y les encanta irse de vacaciones, tiempo que además aprovechan para multiplicarse y poblar la tierra. En eso se parecen bastante a nosotros, quiero decir en lo de multiplicarse en vacaciones, en lo de la vagancia solo a algunos.

También son bastante esquivos y taimados, cuando ven que con una táctica, una estrategia o unas alianzas, no les va bien, tienden a mudarse de apariencia. En eso también se parecen a los humanos, o al menos a algunos, que no tienen duelo en cambiarse de principios para lograr sus fines.

También les gusta viajar gratis, casi siempre a costa de otros seres vivos, en lo cual también se parecen mucho a nosotros, sobre todo a algunos que son expertos en viajar, comer, beber y no pagar la cuenta.

Por cierto no sé si se ha fijado en que vago y vagar, vaguear y vacacionar comparten origen etimológico, el término indoeuropeo eu, que significa vacío, y del cual proceden otros conceptos, como vagabundo, divagar y vanidad, apelativos que nos definen muy bien a los humanos, sobre todo a algunos.

Los virus siempre tienen dispensa para no trabajar, por eso, cuando no les va bien les basta con quedarse quietos, no hacer nada, esperar y aprovechar la coyuntura más favorable para volver a reaparecer y reactivarse, en lo cual se parecen también mucho a nosotros, o mejor dicho a algunos de nosotros.

Los virus también tienden a rendirse a la menor resistencia que se les ofrece, en cuanto algo disminuye su energía o les impide lograr sus objetivos, no dudan en disminuir su virulencia, escamotearse o pactar una tregua con otros seres vivos, en lo cual, obviamente, se parecen mucho a ciertos seres humanos.

Lo dicho los virus son vagos por naturaleza, y aprovechados, y muy jetas, y chaqueteros, y cobardes, por eso, en cuanto que no les va bien por un camino para lograr sus objetivos se pasan a otro, y a la menor resistencia que notan, ya sea antivirus o vacunas, o ante cualquier obstáculo que les obliga a hacer esfuerzos, llámense mascarillas o restricciones, se escamotean, cambian de apariencia o se alían con quien sea, en lo cual, como es obvio, se parecen mucho a los seres humanos… bueno, admitamos que no a todos, pero si a algunos, que, ahora que lo pienso, no sé bien quienes son esos humanos que tanto se parecen a los virus.