Es irresponsable que un Gobierno que no ha sabido gestionar la crisis del coronavirus, que reaccionó tarde, que actuó por su cuenta, que improvisó cada día, que cambió de aliados según sus intereses, gestione ahora la desescalada de forma arbitraria sin contar con quienes tienen que aplicar las medidas y sin escuchar y atender las voces de todos los sectores afectados.

Es irresponsable la falta de transparencia en la toma de decisiones y de claridad en las medidas a adoptar en la desescalada y que algunas de esas medidas se firmen horas después de ser comunicadas y que el documento se haga llegar a un medio de comunicación antes que a la comunidad autónoma afectada.

Es irresponsable que antes de ayer no hiciera falta usar mascarillas, que ayer fueran aconsejables, que hoy sean obligatorias pero menos, que se compren y distribuyan las que no protegen, que se retiren luego y que nadie sea responsable.

Es gravemente irresponsable que de los 231.000 contagiados en España, 51.000 sean profesionales sanitarios que no han contado con las medidas mínimas de protección y que han arriesgado su vida todos los días.Es irresponsable que este Gobierno haya jugado permanentemente en los límites de la legalidad constitucional y que aprovechando los poderes excepcionales haya dictado 209 normas, algunas de ellas sin ninguna relación con la crisis sociosanitaria, muchas limitando derechos fundamentales y casi todas, de nuevo, sin contar con los sectores afectados.

Es irresponsable criticar las caceroladas crecientes --y no sólo en Madrid-- contra el Gobierno, después de que un vicepresidente del Gobierno haya promovido y participado en una de ellas contra el jefe del Estado y la institución monárquica.

Es irresponsable que un ministro de Consumo diga que el turismo, la primera industria de España, una de las mayores del mundo en el sector y un gran generador de empleo "es un sector de bajo valor añadido, con una actividad estacional y precaria", que el titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana le apoye y que la ministra de Turismo calle. Francia ha puesto 18.000 millones para reactivar el sector y rebajas del IVA. Italia, igual. Nuestro Gobierno lo desprecia.

Es irresponsable que la ministra de Trabajo, la que no sabía explicar lo de los ERTE, envíe a sus inspectores a detectar "casos de explotación laboral y trata de seres humanos" en el campo cuando es incapaz, entre otras cosas, de conseguir trabajadores para poder recoger las cosechas de esos agricultores olvidados y maltratados.

Es irresponsable que no haya un sistema de coordinación de los 17 sistemas sanitarios. Y lo mismo podríamos decir de los 17 sistemas educativos donde la Alta Inspección Educativa fue "asesinada" con nocturnidad y alevosía.

Es irresponsable no gestionar la crisis en Europa y con Europa. Y muy especialmente mano a mano con Francia, Italia y Portugal.

Es irresponsable tratar de prolongar el estado de alarma por un mes, cuando todas las prórrogas anteriores eran de 15 días para garantizar el control democrático.

Y es irresponsable el comportamiento de algunos políticos que restan permanentemente y no suman. Y el de algunos, demasiados, ciudadanos que van sin mascarilla, que incumplen las normas y que ponen en peligro al resto. Hay responsabilidades políticas y responsabilidades personales, todas importantes.

"Ni ocultar la verdad ni consentir la mentira" proponía Boecio.