Carmelo Palacios

Plaza Mayor

Carmelo Palacios


Nadie habló de ética entonces

13/01/2022

Si usted es un romántico es mejor que no lea esta columna porque viene cargada de realidad. El reciente fichaje de Paco Olmos por el Hereda San Pablo ha generado una ola de indignación en el Breogán y Tito Díaz, su director deportivo, habló de falta de «ética» en una operación que se ha podido llevar a cabo porque el contrato que firmó contemplaba una cláusula de rescisión. Como el propio concepto indica, una opción de salir abonando una cantidad. No estaba de adorno.

Lo mismo le ocurrió al San Pablo, pero a la inversa, cuando vino el Zalgiris y se llevó a Deon Thompson como regalo de reyes. Nadie habló de ética entonces. O cuando el Unicaja pensó en Peñarroya el invierno pasado, ni cuando el Valencia Basket sacó la cartera para llevarse a Jasiel Rivero bien entrado el verano. Tampoco cuando Pablo Aguilar ejerció su cláusula de salida al extranjero. Así funciona este negocio. 

Y tampoco oí a nadie hablar de ética cuando el Breogán no renovó a Diego Epifanio, el entrenador que le había devuelto a la ACB. Y fue una decisión tardía que le hizo salir al mercado cuando todos los banquillos estaban ocupados. Nadie habló de ética entonces. 

Y a mí me dolió porque es buen entrenador, eso lo primero, es de la tierra y es buena gente. Como también me dolió cuando salió de Burgos. Así que entiendo perfectamente que la afición del Breogán esté molesta. Al final, los aficionados son los únicos románticos de este tinglado. 

Pero hablar de ética desde un club cuando otro ejerce una opción del mercado está fuera de lugar porque ninguno duda en largar al entrenador cuando le va mal, así que es difícil de entender que se echen las manos a la cabeza cuando ocurre lo contrario. Encima si le mejoran notablemente las condiciones. Piense en su trabajo, ¿qué hubiera hecho usted?