Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Victoriosos

04/03/2022

Creo que no me equivoco si digo que existe una enorme sensación de tristeza generalizada, una especie de desazón, provocada por nuestra falta de respuesta ante la injusticia. Debemos reconocer que nos estamos comportando como unos cobardes, que los gestos y los mensajes no son suficientes para calmar tanta impotencia.

La realidad es que el inicial envío de ropa usada y de algún que otro alimento no era ayuda suficiente para la envergadura bélica a la que se está haciendo frente, y el extraño cambio de última hora sobre enviar armamento tampoco mitiga el dolor real de las víctimas, aunque sin duda acalla temporalmente nuestras débiles y apagadas conciencias, y nos devuelve al grupo de los estupendos. 

También es muy posible que me equivoque, y las medidas económicas que se están llevando a cabo consigan ahogar la ambición rusa. Pero qué sabré yo, una ignorante en temas diplomáticos e internacionales, que lo que me viene a la mente en estos días de batalla es el humorista Gila y sus parodias de la guerra, o también, el pensamiento de lo que ocurriría en nuestro Burguitos si nos invadieran desde alguna zona vecina. Supongo que tal vez, emulando al Cid, nos pondríamos todos en pie de guerra defendiendo hasta el final nuestras calles y a nuestra Catedral, con cacerolas y cócteles molotov, o simplemente, veo más probable, que alzáramos una enorme bandera blanca y nos entregásemos a la inercia de dejarnos hacer, que es algo que se nos ha dado bastante bien en las últimas décadas y ya estamos entrenados y preparados.

No quería escribir sobre esta situación, pero es imposible abstraerse de la realidad con la que nos levantamos y acostamos a diario, esperando todos, que el pequeño David, sin prácticamente ayuda, pueda vencer a Goliat, que cada día ataca con más fuerza y de manera más salvaje. Lo cierto es que podrán arrasar y conquistar los territorios y las ciudades, pero el alma y el corazón de la población, estoy segura, que se está haciendo a cada momento más libre y fuerte, y este es el gran error de Putin porque, con independencia del resultado, Ucrania y sus valientes ciudadanos siempre serán quienes salgan victoriosos de esta pesadilla.

ARCHIVADO EN: Vladimir Putin, Ucrania