Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


Tres cosas que hay que saber

05/04/2021

En las últimas semanas se ha hablado de una reforma del currículo escolar en España, un cambio más, el enésimo, en el sistema educativo. La idea es enseñar cosas que permitan a los futuros adultos afrontar los retos de la vida moderna, con menos memorización y conocimientos que resulten prácticos en la vida cotidiana. 
Comentándolo con un amigo coincidíamos en que esto suena bien, pero ya lo hemos oído antes. El amigo en cuestión señalaba que, puestos a incluir materias nuevas, hay tres que no deberían faltar:
1. Saber relacionarse con los bancos. Es algo que inevitablemente le va ocurrir a cualquiera. Una hipoteca dura más que muchos matrimonios; si uno monta un negocio, irá a ver a su gestor del banco más que a su madre, y si le va bien y consigue juntar un capital será allí donde termine. No estaría de más que, ya desde pequeños, tomasen conciencia de qué va toda esta vaina y pudieran desenvolverse con más soltura que las generaciones anteriores (yo mismo, por ejemplo). A poco que supieran, al menos no se extrañarían de tener que contratar un seguro cuando pidan un crédito, o una alarma al formalizar una hipoteca. Así funciona, niños.
2. Saber relacionarse con las administraciones públicas. Otro asunto del que es imposible escapar. Puede haber 5G en cada casa, pero en los mecanismos de la administración resuenan ecos galdosianos. Sus tiempos no son de este mundo, como dicen con razón en los países árabes: «la prisa mata, amigo», y ser consciente de eso ya es mucho. Esto va de papeles y papeles que hay que conseguir, presentar, sellar y compulsar. Nunca por la tarde, evidentemente; es la ventaja que tienen los monopolios. En trámites de cierta complejidad, es aconsejable mirar el calendario laboral propio y ver la disponibilidad de días de vacaciones para poder llevarlos a cabo. Así funciona, niños.
3. Saber presidir una comunidad de vecinos. También te cae alguna vez en la vida y exige poner en práctica las cuatro virtudes cardinales de las que hablaba Platón: templanza, prudencia, fortaleza y justicia, pero a lo bestia. Un vecino, ex presidente de la comunidad, siempre me decía que la Tercera Guerra Mundial empezará en una junta de vecinos. En vuestra mano está evitarlo, niños. 
Con estas materias no convertiremos al país en una superpotencia, pero los futuros adultos andarán más tranquilos por la vida, que ya es algo. Mucha suerte a los maestros y ¡a estudiar niños! Salud y alegría.