José María Chomón

Bailando bajo el diluvio

José María Chomón


Sonia y Lydia

08/10/2020

La muerte es una vida vivida (Borges). Me ha impresionado la historia de Sonia, esa ciudadana sin derechos sanitarios que falleció de cáncer después de mendigar, sin éxito, una consulta médica presencial. Su historia es la historia de otros muchos ciudadanos que sufren en silencio las consecuencias de una enfermedad desatendida porque, al parecer, la única prioridad es la covid-19. 
Los políticos han reaccionado. La consejera de Sanidad llamó a la familia para pedir perdón, y el presidente de la Junta anunció que se llegará «hasta el final» en la investigación abierta, al tiempo que adelantó que van a comenzar a reabrirse algunos centros sanitarios, que más parecen, desde que se inició la pandemia, conventos de clausura. 
No nos engañemos. La reacción de los políticos es causa y efecto de la determinación de su hermana Lydia, a la que bien podríamos reconocer con el apelativo de la ‘hermana coraje’. Lydia ha conseguido que la historia de Sonia se haya convertido en viral y que los medios locales, regionales y nacionales le hayan prestado la atención que la sanidad le negó. La familia ha anunciado que acudirá a los tribunales, y hace bien; y la Fiscalía ha abierto una investigación. Tengan ustedes la absoluta seguridad de que la reacción política es la consecuencia directa del revuelo mediático. Solo esta agitación ha evitado el ‘aquí paz y después gloria’.
La historia de Sonia es la cruel historia de lo que les sucede a miles de ciudadanos a los que se les priva del derecho a una sanidad de calidad, y es la fiel representación de lo que, desde hace años, mucho antes de la covid-19, padecen cientos de miles de personas que por vivir en pequeñas poblaciones son castigadas con menos derechos y peores servicios.   
Sin la determinación de personas como Lydia, los mismos que activaron la desinversión en la Sanidad Pública bailarán bajo el diluvio del anonimato de los otros miles de ‘casos Sonia’ a los que se les niega una cita presencial o, simplemente, se les retrasan las intervenciones quirúrgicas o las pruebas diagnósticas.