Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


Rafa, no te vayas nunca

06/06/2022

Cualquiera de nosotros, humanos, no podríamos casi ni andar. Cualquier otro tenista llevaría años retirado, pero él, con 36 años sigue… y sigue ganando, como nunca nadie antes hizo y dudo mucho nadie haga en el futuro. Rafa es único. Y ni los clásicos, como Djokovic, ni esos jóvenes que crecieron teniéndole como ídolo, que soñaron con ser algún día como él y que ahora sueñan con ganarle en su tierra, y eso siguen haciendo, soñar, pueden con este fenómeno desde hace mucho el deportista español más admirado de la historia, el que más, sin duda. Nuestro mejor embajador, nuestro ejemplo a seguir, el corazón de España. Admiración que traspasa fronteras. Hasta París lleva años rendido al Rey de la Tierra.  

Tras ganar su Roland Garros ¡número 14! ¡su Grand Slam número 22! conteníamos la respiración esperando escuchar sus palabras, la primera pista sobre su futuro. Y tanto como ese triunfo arrollador sobre Ruud celebramos ese "voy a seguir luchando" Un alivio, una enorme felicidad, enorme. Y por eso le quiero dar las GRACIAS a Nadal, porque su sufrimiento conviviendo con un dolor diario, su esfuerzo sobrehumano por seguir siendo el mejor hace que la vida de millones de personas sea un poco más bonita.

La Felicidad son momentos y este manacorí universal lleva años regalándonos esos instantes mágicos en los que en lo único que piensas es ¡Qué grande! ¡Qué suerte ser coetáneos y paisanos de este animal competitivo sin igual! Y sonríes viendo la imagen de esos brazos que parecen cincelados por el mismísimo Miguel Ángel levantando la Copa de los Mosqueteros una y otra vez sobre la arcilla roja parisina desde que era un chavalín. Y eso es ya también parte de la historia de nuestras vidas. Rafa es de los nuestros. Hazañas sobrehumanas, lágrimas humanas. Tan grande y tan humilde, cualidad que escasea muchas veces en personas de éxito. También fuera de la pista Rafa es único. Nuestras plegarias por ese tratamiento que le permita seguir. Rafa, no te vayas nunca.