Salvador de Foronda

Diez Mil Preguntas

Salvador de Foronda


¿Correr a gorrazos?

08/07/2021

En la vida política hay personas pasivas que suelen generar un paisaje mental más bien árido. Dadas las limitaciones de sus actos y experiencias, muchas conexiones de su cerebro se suelen esfumar por falta de uso. Pero contra esa tendencia pasiva hay remedio en nuestra época, solo con que se esfuercen por ver cuán lejos pueden llegar en el control de sus circunstancias, y es entonces cuando se dan cuenta de que deben optar por dar un impulso para volver a crear esa mente que desean, no mediante juergas, copas y algún que otro porro, sino a través de la acción y el desarrollo que llega con el estudio y preparación para permitir avanzar con el respeto a la inteligencia y a la profesionalidad de otras personas. 

Se preguntarán a que vienen esta aseveración y es la consecuencia de la forma que ha trascendido -para algún diputado- las declaraciones del presidente del Banco de España Hernández de Cos que, en base a estudios económicos, nos advierte sobre los efectos de subidas radicales del salario Mínimo Interprofesional (SMI) y sobre el mercado laboral. Sin sabiduría y con falta de conocimientos de orden económico, determinados monosabios del Congreso de los Diputados se lanzaron contra esas declaraciones exigiendo y animando al resto de diputados a «correr a gorrazos al gobernador», expresión ni educada ni académica. 

Este país vive en la mentira y lo que necesita es la verdad, pero para ello es necesario dos hombres para poderla descubrir: uno para decirla y otro para entenderla, tenemos al primero, pero carecemos del segundo, por más que le busco. Tal vez sea que la verdad es demasiado complicada como para permitir nada más allá de meras aproximaciones. 

Recuerden la crisis del 2007 donde el entonces presidente del Banco de España nos avanzó lo bien que estaba el sistema financiero e inmobiliario español y consiguió que el expresidente Zapatero fuese por todo el mundo declarando que España jugaba en «la Champions League de las economías mundiales». A esta pareja nadie les corrió a gorrazos, ni les corto las orejas ni el rabo, y ya estábamos en una crisis difícil de olvidar. Yo soy de los que opinan que vivimos en tiempos de engaño universal y esto significa que decir la verdad se ha convertido en un acto revolucionario y es lo que muchos ciudadanos perciben cada día. Crean lo que dice el gobernador, el de los gorrazos.