Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Víctimas

28/07/2021

Hasta donde ha conseguido dar de sí el verano, la imagen más comentada que hemos recibido ha sido la de la canciller, Ángela Merkel, cogiendo de la mano a Malu Dreyer, ministra principal de Renania Palatinado, ambas lideresas de partidos opuestos en el arco ideológico alemán, que se apoyaron la una a la otra en ese sencillo gesto visitando una de las zonas afectadas por las devastadoras lluvias que han ahogado estos días atrás diferentes territorios del corazón de Europa, y que han dejado unos 200 fallecidos, decenas de desaparecidos y miles de damnificados. Víctimas, todas ellas a las que ahora hay que enterrar, llorar y rendir tributo. Desde el respeto, siempre, el cariño y la sensibilidad a la que obligan las circunstancias.

La figura de las dos mandatarias alemanas dándose la mano frente a la adversidad seguramente no habrá sido tan sorprendente para los alemanes como lo ha sido para los españoles, acostumbrados como estamos a la gresca permanente entre los dos principales partidos políticos, y entre gobierno central y los autonómicos cuando sus responsables no pertenecen a las mismas siglas.

No obstante, además de por ese motivo, lo que me congratula del gesto de ambas mujeres es la unidad de acción de la Unión Demócrata Cristiana y el Partido Social Demócrata, sus respectivas organizaciones, para con las víctimas. Seguro que en España no habría escampado aún cuando los partidos del país ya estarían practicando la manipulación para politizar a las familias de los muertos, intentando recabar adeptos hasta en el mismísimo infierno.

Y es que si ser víctima de cualquier tragedia es siempre lo último que quisiéramos para nuestros seres queridos y para nosotros mismos, pocos sitios hay peores para serlo que en España. 

Da lo mismo ser víctima de la Guerra Civil, de ETA, de los GAL o del integrismo islámico del 11M. Lo mismo da si se trata de los fallecidos en el accidente del Yakolev 42 o en el de Metrovalencia… Si hay oportunidad, los muertos siempre son vilipendiados en esta piel de toro que tiene mucho de bravucón miura cuando se trata de reconocer con humildad los derechos de los damnificados a que se les haga justicia, y muy poca vergüenza torera cuando se quiere ganar votos a su costa.