La semana comenzó con la reelección de los presidentes nacionales de fútbol y baloncesto. Luis Rubiales y Jorge Garbajosa seguirán hasta 2024 al frente de ambas organizaciones deportivas. Los dos sin oposición y con muchos problemas por resolver. 

Rubiales ha sido el creador del Programa Impulso 23, un proyecto para sentar las bases económicas y profesionalizar los clubes de Segunda B, léase el Burgos CF. A cambio recibirán ayuda económica. Una gran idea que habrá que ver cómo se desarrolla en esta complicada temporada.

Por contra, su ‘campaña electoral’ ha estado marcada por la polémica. La no presentación de Iker Casillas, argumentando que no era «un proceso electoral justo», no le favorece. Aunque mucho más perjudicial para el fútbol español es ‘la guerra constante’ con Javier Tebas y con la Liga de Fútbol Profesional. Está tan enconada, que solo les produce desgaste.

Jorge Garbajosa tampoco tuvo rival y los éxitos deportivos han sido su gran aval. España se proclamó campeona del mundo con los chicos en China y con las chicas en Serbia en 2019. El exjugador internacional, en su primer mandato, fue clave para que la ACB abriera sus puertas, facilitando la entrada del San Pablo. Otro cantar es la negociación de este verano, reduciendo el ascenso a un solo equipo. Un acuerdo temporal pero que puede perjudicar al Tizona. 

Ninguno de los dos lo tiene fácil ante el potencial económico de la ‘patronal’ y menos en tiempos de pandemia donde los recursos de los clubes federados son limitados y las restricciones sanitarias exigen un considerable gasto. Les esperan cuatro años difíciles con el reto de seguir sumando éxitos internacionales y de mantener viva la llama de la ‘Marca España’.