Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Las puertas del Purgatorio

24/02/2021

Fue paseando por La Ciudad del Gran Rey, de la mano de Óscar Esquivias, cuando me enamoré locamente de la Catedral. Tras leer la novela, y durante mucho tiempo después, dejé de caminar por las calles del casco viejo burgalés para flotar por ellas, recreando en mis paseos de bajos vuelos la fantasía narrativa con la que el autor había bendecido cada iglesia, cada estatua, cada piedra…, mientras disfrutaba de la magia del Burgos del otro lado del espejo.

Pese a que hay libros que siempre permanecen en nuestros corazones, lo cierto es que no sucede lo mismo con la biblioteca de la memoria. Autores, títulos, personajes anudan y desenlazan sus cuerpos libremente a lo largo de los años, hasta que un nuevo estímulo te hace regresarlos a la parte principal de la vitrina. 

Las puertas de la Catedral en las que está trabajando Antonio López me han llevado de nuevo a La Ciudad del Gran Rey, y con ellas no solo he renovado mi amor por la basílica, sino que me han devuelto, también, la capacidad de ilusionarme con un proyecto que impulsa las posibilidades de Burgos como ciudad presente, consciente y potente, que aún tiene mucho que aportar en el ámbito del arte y de la cultura universal. Y que, pese al poderío económico y administrativo de las grandes urbes europeas, ha logrado levantar su mano para comunicar que todavía le queda historia por escribir.

De haber sido colocadas en 1921 en vez de hacerse en 2021, las creaciones en bronce de Antonio López bien podrían haber servido de inspiración a Esquivias para configurarse como las puertas por la que se regresa del Purgatorio, esa dimensión en la que el escritor convirtió a las personas en personajes y al revés, y en la que la daba la vuelta a la realidad varias veces para no ser ni una cosa ni otra. De hecho, creo que las puertas de Antonio López han conseguido trasladarnos a todos al Purgatorio de Esquivias, esa ciudad en la que la Iglesia, que aparentemente representa el inmovilismo, es ahora quien abandera la necesidad de innovar; en la que la calidad de uno de los mejores artistas de nuestro tiempo es puesta en duda; y en donde quien se supone amante del progreso quiere que nada cambie.