René Payo

Del Ayer al Hoy

René Payo


Lampérez en su centenario

27/12/2022

Se cumple, en 2023, el centenario de la muerte de Vicente Lampérez y Romea (1861-1923). Formado en la Escuela de Arquitectura de Madrid, muy pronto su vida profesional se encaminó hacia la práctica de la restauración, lo que también le permitiría desarrollar una notable actividad como historiador. Con apenas 25 años se vinculó a las obras de la catedral de León, colaborando con Demetrio de los Ríos, impregnándose de las teorías restauradoras decimonónicas de Viollet le Duc, favoreciendo esta relación su matrimonio con Blanca de los Ríos, destacada escritora y filóloga. Su adhesión a los planteamientos historicistas se evidencia en algunos de sus grandes trabajos como la fachada de la catedral de Cuenca. En su biografía se cuentan algunas destacadas polémicas como la que mantuvo con el conde de las Almenas. La vinculación de Lampérez con la catedral burgalesa se inició en 1887, continuando con las propuestas de intervención de Ricardo Velázquez Bosco. Sus actuaciones permitieron que algunas de las estructuras catedralicias se salvaran de la ruina, siendo muy significativa su labor en el claustro, cuya imagen actual se debe esencialmente a este arquitecto. Partidario de las teorías de aislamiento de los templos góticos, fue el responsable, en 1914, del derribo del palacio episcopal, actuación hoy cuestionada, que generó una de las imágenes más características de nuestra basílica.

Pero no solo la catedral se benefició de su actuación. Sus intervenciones en la Casa del Cordón salvaron de la ruina a este monumento y le confirieron algunos de sus rasgos más significativos como sus ampulosos balcones y su escalera monumental. Su impronta en la urbe fue más allá de su labor restauradora, a través de notables construcciones como la casa del Mercurio de la plaza mayor -destacado ejemplo del Modernismo burgalés-, la casa del Círculo Católico o el Colegio de las Damas Negras (Niño Jesús), entre otras, que evidencian el resurgir de la arquitectura burgalesa al filo de 1900. Al cumplirse el centenario de su muerte, creo que nuestra ciudad debiera saldar la deuda con este arquitecto, quizá con la dedicación de alguna calle o placa conmemorativa que nos recuerde que Burgos fue siempre una de sus más notables preocupaciones.