Este año se cumple el 15 aniversario de la creación del Parque Natural Lagunas Glaciares de Neila, una iniciativa que generó enorme ilusión en el pueblo y la Comarca de Pinares. Los compromisos que asumía la Junta de Castilla y León en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales, publicado en el BOCYL del 15 de noviembre de 2007, invitaban al optimismo.
En dicho plan, la Junta decía que el objetivo del Parque era promover el desarrollo socioeconómico de la población de la zona de influencia de Lagunas Glaciares de Neila, sobre la base del uso sostenible de los recursos naturales, y mejorar su calidad de vida, de forma compatible con la conservación de sus valores naturales y culturales.
En el artículo 27.1, la Junta señala que se deberá establecer un nivel adecuado de servicios e infraestructuras básicas (…) y de equipamiento comunitario tales como dotaciones culturales, docentes, comerciales, sanitarias, deportivas y análogas. En el 30 se detallan propuestas para la dinamización socioeconómica y la mejora de la calidad de vida, como la creación de escuela-taller, cursos de formación; el impulso de la valoración de los productos y servicios de Lagunas Glaciares de Neila; fomento de la artesanía; líneas de apoyo económico y asesoría para emprender; mejora y optimización de la gestión de residuos sólidos urbanos o de saneamiento y depuración de las aguas residuales. El texto termina con la promesa de un Plan de Mejoras, que incluirá un Programa de Desarrollo Turístico, que es el instrumento para desarrollar todos los compromisos para el desarrollo socioeconómico.
Nada de lo relatado se ha hecho. El Plan de Mejoras, si existe, es clandestino. No hay dotación cultural, educativa, docente ni comercial. Nada. La sanitaria se limita a unas horas un día a la semana. La única novedad fue la creación de la Casa del Parque, dentro de la Iglesia de San Miguel, lo que permitió su rehabilitación, y la restauración de las lagunas, borrando algunas carreteras y represas, y cambiando la ubicación del albergue, que sigue cerrado. Todo esto da para medio empleo. Literal.
El Parque de las Lagunas de Neila está dentro de la Comarca de Pinares de Burgos y Soria, un ecosistema integrado por 25 municipios que abarcan 116.000 hectáreas. Este bosque de pinos ha llegado hasta hoy gracias a que es propiedad de la mancomunidad de vecinos, que lo han mimado porque era su medio de vida. Hoy, el riesgo de acabar en ceniza, como las 30.000 hectáreas de la Sierra de la Culebra (Zamora), es enorme. Ambas zonas comparten despoblación y monte con escaso mantenimiento.
La Junta debería producir menos literatura en el Bocyl e invertir más en servicios y empleos permanentes (trabajo es vida) que cuiden esta Pinocoteca que sana los pulmones, al igual que el contribuyente asume el coste del Museo del Prado para cultivar la mente. Esta zona es uno de los mayores transformadores de carbono en oxígeno y eso vale un potosí.