Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Felipista

31/03/2023

Pues sí, así me siento, tal vez sea porque somos de la misma quinta, o porque es de las pocas personas en este país que teniendo poder no lo utiliza para jorobarnos a todos. Debe ser la excepción que confirma la regla, porque todos hemos podido comprobar durante estos años que si le das, aunque sea una migaja de poder a alguien que no está preparado para asumirlo con madurez, éste se convierte en un peligro para la sociedad. Con esta premisa, debo decir que ver a nuestro Rey lo mismo reuniéndose con las mentes más preclaras del mundo que con los representantes de la sociedad civil española o con los políticos de turno, me despierta una enorme ternura y admiración.

No sé si soy monárquica, es algo que tendría que plantearme y tengo tantas cosas que hacer, que para algo que me dan ya hecho, bien organizado y hasta parece que bien redactado en la Constitución, no me voy a poner petarda. Sí sé que no soy republicana, así que ante una posible tercera opción, me quedo con este Rey, porque al final siendo como soy, dispersa y confusa, saber que hay cuestiones que no cambian pase lo que pase, y que dan cierto halo de grandeza y seguridad a este tinglado que tenemos montado, me da un poco de paz.

Y luego, aunque parezca algo banal y superficial, debo decir que tenemos una familia real exquisita, ni un pero que poner, no se puede ser más sencillo dentro de la opulencia, o tener más clase y educación, sin olvidar que toda misión, gesto o trabajo que realizan, roza, si es que no llega a la perfección. Representar a este país y poner coherencia a tus actos y discursos, sabiendo que eres objetivo prioritario para tu destrucción y la de toda tu estirpe, no debe ser fácil de llevar. Mientras, nos tenemos que comer con patatas ministerios a tutiplén y cientos de subdirecciones, subsecretarías y asesoramientos que nos cuestan lo que no tenemos y nada nos solucionan.

Pues nada, me ha encantado ver a nuestro Rey integrado con los cajoneros de Cádiz, comprobar como la sencillez y la educación lo pueden todavía todo o casi todo. Y que quien es grande, lo es siempre y en todas las situaciones, por eso soy Felipista y espero, que por muchos años.