Estaba escribiendo una columna terrible sobre lo mal que están las cosas y, con esa columna, iba a despedir este año aciago. La había reescrito varias veces, porque la primera vez no me parecía lo suficientemente críptica, terrible y apocalíptica, pensaba que no se iba a captar mi idea, mi intención. La he repasado varias veces, hasta que he creído que había plasmado todas mis ideas. Y cuando ya estaba escrita, cuando estaba perfecta, la he borrado. Porque sí. Porque no.

Porque no pienso dejar que se me ahogue en este ambiente oscuro y denso que nos envuelve, no. No pienso dejarme arrastrar hacia un mundo oscuro por agoreros como ese médico de Urgencias que está siempre por la tele en todas las cadenas contando todo lo mal que nos ha ido, nos va y nos irá, anunciando constantemente el fin del mundo para el próximo fin de semana, y si no para el siguiente. Personalmente prefiero hacer caso a Adolfo García-Sastre, que además de reputado virólogo de fama internacional, es paisano, y encima explica la situación actual sin alarmismos. Tengamos paciencia, precaución y más paciencia, aunque ya cueste. Y ciencia. Ciencia. Nada de palabrería, sustos o conjuros. En fin.

Cualquier otro año les hubiera hecho un medley de columnas anteriores, un megamix de cuentos navideños y listas con deseos escritos y guardados para el año nuevo. Un año en el que deseo con mucha fuerza que esto quede atrás. Y ya ni siquiera quiero un mundo nuevo y mejor, me conformo con lo que había, que tampoco era tan malo, visto con perspectiva. En mi caso se avecina un cambio laboral importante, que miro venir de lejos, como el que ve venir a un toro, pero aún no sabe hacia qué lado esquivar. Sin embargo, no tengo miedo, creo y espero que todo lo que nos venga cuando se dé la última campanada de este año ha de ser necesariamente mejor, porque si no vaya chufa. Lo que sí les pido, si me permiten el atrevimiento, es que, para la próxima vez que escriba por aquí, ya en 2022, estén todos ustedes por aquí. Ustedes y sus familias. Y todos bien. Y que el año nuevo sea mejor para todos en todos los sentidos. Eso es todo.
Y, como dirían los Cazafantasmas: Nos vemos al otro lado. Les deseo un muy Feliz Año 2022.  @VladimirConV