Victoria Lafora

Victoria Lafora


Objetivo Cataluña

22/11/2020

Una vez superado, para el Gobierno, el escollo de aprobar los Presupuestos (si es que el frágil equilibrio con tan peculiares socios no hace saltar por los aires lo que queda de tramitación parlamentaria), el siguiente objetivo es lograr que ERC gane las elecciones en Cataluña y pacte con el PSC.

Para ello, el partido de Miquel Iceta está dispuesto a llevar su federalismo al máximo permitido, y así, tener opción a tocar poder en la Generalitat. Proponen reformar la Constitución para convertir el Estado de las autonomías en uno federal. Al margen de, según ha explicado el propio Iceta, conseguir todos los logros sociales, económicos e igualitarios (como si el federalismo fuera una pócima mágica), los socialistas catalanes pretenden que se reconozcan las "singularidades propias de las naciones y nacionalidades".

Aún así, en su programa electoral no se han atrevido a definir a Cataluña como una nación, sabiendo que el tema levanta ampollas en la organización "hermana" de Ferraz. Pero es el único guiño que les ha faltado hacer para seducir definitivamente a Esquerra.

El actual president, Pere Aragonès, se deja querer. Pese a que el portavoz parlamentario en Madrid, Gabriel Rufián, dijo que le faltaba fuste y había que colocarle cerca a alguien con más ardor independentista, es el candidato de ERC a las elecciones de febrero y será quien decida.

La idílica solución al problema catalán que plantea el PSC corre el riesgo de que el independentismo supere, como predicen las encuestas, el cincuenta por ciento de los votos. ERC ganaría los comicios autonómicos y las fuerzas a favor de la independencia revalidarían la mayoría absoluta. Ciudadanos perderá muchos escaños y los catalanes hartos "procés" ya no votarán al PP si no que se pasarán directamente a Vox. Pese a que ERC no ha marcado nunca el listón del 50% de los votos para otra declaración de independencia, JuntsxCat y Puigdemont si plantearían en Bruselas una mediación para que se autorice un referéndum de autodeterminación.

A pesar del cainita enfrentamiento en los últimos tiempos entre los partidarios de la independencia, a Esquerra le resultaría muy complicado no apostar por repetir con los socios de Puigdemont y la CUP con un resultado del 50,8% de los votos sumando todas estas fuerzas. Sus continuas negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez han sorteado con dificultad las acusaciones de traición. Solo les protege la imagen de Oriol Junqueras en prisión, frente a la "saga-fuga" de Puigdemont y su regalada vida en Waterloo.

Los comicios catalanes van a ser, también, otro escenario de lucimiento y propaganda para el vicepresidente Pablo Iglesias, al que veremos coquetear con unos y otros mientras su "colega", Ada Colau, juega, una vez más, a nadar y guardar la ropa. Su apoyo incondicional, en Madrid, a cualquier propuesta de ERC, a quien quiere otorgar el título de socio de legislatura, busca también obtener poder en la Generalitat.

Es tal el maremágnum que hasta el portavoz del Gobierno catalán ha llegado a poner en duda la celebración de las elecciones el 14 de febrero...