Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Precaución, obras

10/05/2023

Me gustaría a mí saber quién fue el primer político de la Historia que pensó que, para acelerar su campaña y conseguir de un arreón su deseada victoria, era conveniente dejar toda la obra pública de la legislatura sin ejecutar hasta, precisamente, un par de meses antes de las siguientes elecciones. Ojalá alguien supiera decirme por qué sembrar de manera concentrada nuestros pueblos y ciudades de zanjas, socavones y ladrillos ayuda a un candidato a asegurar su reelección aún y a pesar de las molestias que esta sobresaturación de obras varias causa entre conductores y transeúntes. Y runners. Y patineteadores. Y ciclistas, no nos olvidemos nunca de los ciclistas.

El caso es que parece que ya es un mantra extendido por todos y cada uno de los partidos políticos de todas y cada una de las ciudades, y pueblos, de esta nuestra popularmente conocida como piel de toro. Grandes capitales y pequeños consistorios, cada uno a su escala, montan en mayor o menor medida en estos días su Torre de Babel particular, dando por sentado que sus posibles votantes, quizá hipnotizados por el rítmico soniquete del pico, la pala y la hormigonera, van a olvidar que aquello que ahora se hace a toda prisa se prometió en firmemente en los albores de las legislaturas que ahora llegan a su fin. Pero claro, quizá si se hubieran hecho de manera más espaciada se hubiera notado menos, y eso es algo que un político de pata negra no puede aceptar ni aceptará. Se tiene que notar lo suyo más que lo del resto.

Es por esto que usted, que me lee, no debería sentirse demasiado sorprendido por ver las carreras de gente encorbatada por ir a descubrir placas y cortar cintas de inauguración, por aparecer en tal o cual congreso para demostrar que apoyan lo que haga falta o para proponer mil y una ideas de mejoras de nuestras ciudades. Y hablo así, en general, porque si en esta ocasión me acerco a lo meramente local no sé si me entran ganas de reír o de llorar. También les digo que menos mal que Antonio López ha dicho un año más que las puertas de marras las acaba este año sí o sí, pero por suerte parece ser que será después de las elecciones, porque si no a ver quién era el guapo que se tragara ese sapo. Bronceado.

@VladimirConV