Rafael Barbero

Lo que de verdad importa

Rafael Barbero


La energía del futuro

26/03/2023

Tal y como avancé hace un par de meses, nos encontramos en un momento de cambio radical en lo que a generación y consumo de energías se refiere. Son ya muy evidentes los efectos en el clima generados por la utilización de combustibles fósiles, tales como incrementos de temperaturas y cambios en los patrones de precipitación. Eso supone que alternemos inundaciones con etapas de escasez de agua lo que genera a su vez épocas con grandes incendios, sequías, olas de calor, zonas desertificadas, etc. Si bien, y a pesar de ello, seguimos batiendo récords de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera con 36.300 toneladas en 2021 lo que conlleva que se haya duplicado el nivel de CO2 en la atmósfera en los últimos 200 años. 

La noticia positiva es que el nivel de sensibilización social y política al respecto es tal que se han puesto en marcha planes muy ambiciosos para sustituir las fuentes de generación de energía fósil por energías procedentes de fuentes renovables (viento, sol, agua) a la vez que se fomenta la sustitución de su uso por los consumidores tanto empresariales como particulares.
Y todo ello unido a la necesidad de buscar fuentes de energía locales que eviten que dependamos de la que nos venden países 'poco democráticos'.
Y en este contexto surge un elemento que siendo el que tiene mayor presencia en nuestro planeta no es hasta hoy que adquiere un gran protagonismo, el Hidrógeno. 

Desde pequeñitos sabemos que la composición del agua es H2O, es decir, dos átomos de Hidrógeno por uno de Oxígeno. De lo que no éramos tan conscientes es que a través de un proceso de electrólisis podemos separar el Hidrógeno del Oxígeno y que una vez tenemos Hidrógeno podemos dedicarlo a sustituir todas las actuales fuentes de energía de origen fósil. Con el Hidrógeno podemos generar calor calentando el agua de nuestras calefacciones o el necesario en nuestras fábricas, o podemos generar de nuevo energía eléctrica que mueva coches, camiones, trenes, barcos, aviones o cualquier tipo de máquina. Es decir, podemos sustituir de un plumazo todo aquello que genera CO2. 

Evidentemente este proceso tiene sus complicaciones las cuales deberemos ir solucionando durante los próximos años lo que, a su vez, nos permitirá desarrollar una industria ligada al Hidrógeno. Por un lado, para que sea Hidrógeno verde, deberemos implantar nuevas instalaciones de energía eólica y fotovoltaica para el proceso de electrólisis. Y esto no se consigue de la noche a la mañana. Además, hay retos que mejorar como son la propia electrólisis (hoy los norteamericanos son líderes en esta tecnología), la compresión del Hidrógeno (de lo que la empresa burgalesa Hiperbaric es ya líder nacional), su transporte y almacenamiento. Y deberán desarrollarse usos del Hidrógeno tales como calderas residenciales e industriales o motores eléctricos o de combustión adaptados al Hidrógeno.

Todos estos desarrollos necesitan de un gran impulso tanto por parte de las instituciones públicas como del sector privado ofreciendo las primeras una normativa que favorezca su generación y consumo a la vez que subvenciona los primeros proyectos (tal y como se hizo con la energía eólica) y desarrollando las empresas privadas tecnología e industrias que fabriquen productos competitivos. También los centros formativos, centros tecnológicos y universidades deben apostar fuertemente por generar conocimiento y preparar a personas en la gestión del Hidrógeno. Y todo ello sin olvidar el papel fundamental de las entidades financieras a la hora de ofrecer financiación tanto para poner en marcha plantas de generación de Hidrógeno verde o su red de transporte como para financiar a las empresas los desarrollos de nuevos productos y servicios. 

Si ambos sectores, público y privado, actúan a la vez, conseguiremos aprovechar las grandes oportunidades que esta nueva energía nos ofrece y que en Castilla y León debe permitir que se creen mas de 3.200 nuevos puestos de trabajo de aquí al 2030.

Para coordinar a todas las empresas, centros formativos y de conocimiento, instituciones públicas y entidades financieras se ha constituido la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno compuesta por empresas e instituciones de nuestra Comunidad Autónoma con el objetivo de maximizar las oportunidades económicas y sociales que el Hidrógeno verde va a ofrecer. Esperemos que, al menos esta vez, el tren no pase de largo.