Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Total, ¿pa qué?

16/12/2020

Durante estas semanas pasadas, esas en las que las cifras de muertes y contagios hacían que los medios nacionales nos citaran a diario convirtiéndonos en poco menos que la leprosería nacional, he presenciado de manera indirecta al menos dos de las manifestaciones que el gremio de hosteleros han convocado. En ellas pedían lo normal, que les dejaran trabajar y no buscaran convertirlos a ellos en el chivo expiatorio de la segunda ola de la pandemia. Pedían que se les permitiera retomar sus actividades, tirar sus cañas, servir sus cafés, poner sus pinchos, servir comidas en platos de verdad y no sólo en envoltorios de cartón entregados a domicilio. Querían, en fin, que las autoridades les dejaran volver.
El viernes pasado se dio un primer paso, y se dejó que se consumiera, con las debidas medidas de seguridad, en terraza. Sí, leen ustedes bien. Terrazas. En diciembre. En Burgos. Pero como no salió mala tarde para ser una tarde de aquí, los locales que así lo quisieron colocaron sus terrazas a pie de calle y se dispusieron a atender a la clientela. Y qué clientela. Las fotos que se sacaron esa tarde dan qué pensar. Y, francamente, si no fuera porque sé que es porque muchos se juegan el pan de sus hijos con esto, no lograría entender por qué querrían volver. Por qué esas ganas de aguantarnos al resto. De tener que ver cómo tu local, con una plantilla llevada a la mínima expresión, se llena de gente que se pasa por el forro todo lo que se lleva predicando desde hace más de un año. Por qué querer estar ahí haciendo de carcelero para que la gente no se amontone, no se quite las mascarillas, no hagan, en fin, lo que ya saben más de sobra que no deben hacer para, además, al final, acabar siendo el malo para los clientes y el peor para quien lo ve desde afuera. Por qué, insisto, querría nadie soportar eso.
Y lo que queda. Porque me atrevo a profetizar que se nos vienen meses en los que las grandes corrientes de opinión serán las de los que no se creen nada de esta pandemia y pasarán de todo porque total, pa qué, y la de los que sí se lo creen, pero azuzados por la existencia de vacunas creerán que esto ya está acabado y pasarán de todo porque total, pa qué. Y así saldremos de un año para meternos en otro de cabeza.