Martín Serrano

Plaza Mayor

Martín Serrano


Soltar amarras

03/06/2021

Uno, amantísimo padre, siente lógico orgullo cuando sus vástagos (vástagas en este caso, aunque no sé qué dice al respecto la RAE, la Fundéu y la ministra de Galapagar) cimentan año a año un expediente académico brillante. Cuando una de ellas, ya graduada universitaria, transita entre másteres por el extranjero, con idiomas nivel alto (de verdad), con formación artística complementaria y otros extras, se sueña con que tenga suerte en su entrada y en su transitar por los universos laborales.
Uno, cívico ciudadano, cumplidor ejemplar ante las haciendas varias, que nunca copió en un examen, defensor de los servicios públicos y confiado en el buen hacer del funcionariado patrio, a veces se lleva sorpresas. A veces le llegan cartas. A veces le entra una risa incontrolable.
Como hace unas semanas, cuando citaban del Ecyl (ya saben, la oficina de empleo/paro de la Junta) a su primogénita para que al día siguiente se presentara a una selección para unas jornadas de «orientación e inserción» laboral. «Itinerario personalizado», apuntan. Muy bien. Ni los funcionarios ni sus ordenadores y sus virus tienen por qué saber que ahora anda por Polonia estudiando algo de ADN y cosas raras de Química que yo tampoco sé muy bien de qué van. Vale.
De inmediato, este padre y vecino modélico llama para advertir de que no acudirá la requerida a la convocatoria por resultarle imposible. Y que así ofrezcan tan interesante y esclarecedora formación a otro demandante de empleo.
Cumplido con mi deber, y también orgulloso por ello, me dejo caer en el acogedor sofá de mi salón y descubro que el sobre oficial llegaba con dos hojas. En la segunda especificaban qué trabajo podía estar esperando a mi hija tras los conocimientos extra que le ofrecían desde el Ecyl en este Burgos de interior tan nuestro y añorante de olas y gaviotas: «Amarrador de barcos». Literal.
Vuelvo a llamar a ver qué me he perdido y me dicen que me olvide del tema. ¡Jaja! ¡Como si fuera posible! ¡Como si quisiera!