Carla Martín

Plaza Mayor

Carla Martín


Mirar hacia otro lado

09/11/2021

Parece algo lejano, en tiempo y lugar. Algo que padece poca gente, por situaciones muy concretas, que nada tienen que ver con la vida real. Pero nada más lejos de la realidad.

Impacta toparse por las calles de Lisboa, Bruselas o Nueva York con decenas de personas tumbadas en la acera, en lúgubres rincones en los que la limpieza no brilla ni por su ausencia. Impacta sorprendentemente más que verlas en nuestra ciudad, sentadas junto a un cajero o un supermercado, tapadas hasta las cejas, con uno de esos carteles que buscan nuestra atención para llegar al corazón y rascar de nuestras carteras un pequeño gesto de solidaridad. Llaman la atención, quizás de una manera un tanto injusta, los más jóvenes, los que aguardan con sus mascotas y los que escriben: soy español.

Cáritas Burgos ha atendido, en los nueve primeros meses del año, a más de un millar de personas sin hogar. Lejos de intentar discriminar, me gustaría destacar que casi 250 son menores de 36. La tendencia lleva tres años al alza y el CEIS (Centro de integración Social de la Fundación Lesmes) ha llegado a acoger a jóvenes que acaban de superar la mayoría de edad.

Parecen casos aislados, ajenos a la realidad, pero entre ellos encontramos ejemplos tan reales como usted y como yo, personas que lo han tenido todo, que han perdido su empleo y, fíjense el nivel, trabajadores que, aún con él, no tienen para comer.

Dicen que lo que no se ve es como que no existe y que si miras para otro lado los problemas parece que desaparecen. Quizás es lo que hacemos dejándonos impresionar por el sinhogarismo de Moscú o Nueva York (nada desdeñable, las cifras desgarran), evadiendo que nos acompañan, a nuestro lado, más de 1.000 personas sin hogar.