Guillermo Arce

Plaza Mayor

Guillermo Arce


Ancianos en el Parlamento

21/03/2023

Entrevisté a Ramón Tamames en estas mismas páginas hace 15 años, cuando él sumaba los 75 y yo no había cumplido los 40. Las bolsas mundiales estaban entonces en caída libre por la quiebra de Lehman Brothers, un escenario que ahora se repite, aunque las circunstancias sean (casi) diferentes. El viejo profesor, como yo veía entonces al catedrático de Estructura Económica, hiló muy fino en sus argumentos y acertó en sus pronósticos al decir que 'España todavía se tenía que deteriorar mucho'. Y vaya si se deterioró: se superaron los 2,5 millones de parados y el «suicidio asistido» del que acusaba al Gobierno de Rodríguez Zapatero (y del difunto Pedro Solbes) acabó en un desastre para muchas familias, empresas y cajas...

Quince años después, el viejo profesor es un anciano a punto de soplar las 90 velas y de someterse voluntariamente al escarnio público ante los diputados. Algunos de los que le escucharán (o se burlarán de su senectud y de sus inevitables lapsus) podrían ser sus nietos o bisnietos. La vergonzante (por las circunstancias vitales que la rodean) moción de censura de Vox, salvo imprevistos, no va a salir y su defensor no tiene más recorrido. Ya antes de subir al estrado, se han filtrado sus treinta y tantas hojas de discurso; él mismo se ha dicho y se ha desdicho en una carrera alucinante de entrevistas; le hemos visto lúcido en algunas ocasiones, pero también aturdido, espeso, desubicado y anciano. Es lo que es. 

Me dan lo mismo las siglas que defienda. Tiene casi 90 años, un extraordinario límite vital al que están llegando miles de españoles y españolas que merecen cariño y máximo respeto. Una gran mayoría de contemporáneos de Tamames son incapaces de seguir el ritmo de una sesión parlamentaria y menos de leer un discurso en público. Sus tiempos ya son otros... ¿Dónde ponemos el límite?