Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


Liderazgos y despoblación

23/09/2022

Hace tiempo que el recordado presidente Vicente Orden Vigara, siempre ocurrente y con mucha mili, me dijo que si no existieran las diputaciones habría que inventarlas. No le faltaba razón, porque estas instituciones han sido históricamente salvíficas para un medio rural, abandonado y olvidado por el Gobierno central y el autonómico. 

Hoy, ya no lo tengo tan claro con la de Burgos. Tenemos una corporación provincial excesivamente urbanita, con escaso liderazgo, poco ambiciosa, escuetamente reivindicativa, excesivamente seguidista y, lo más grave, cuya gestión es manifiestamente mejorable, sobre todo en un objetivo estratégico y primordial como es la lucha contra la despoblación en el medio rural. 

Al césar lo que es el del césar... Sí, efectivamente, se están haciendo inversiones e infraestructuras, otorgando ayudas, financiando emprendimientos, mejorando infraestructuras, impulsando iniciativas e incluso asumiendo competencias y gestión de servicios ajenos..., pero se trabaja de una forma deslavazada, dispersa y un tanto errática. Se echa también en falta un plan y una estrategia de futuro, consensuada y más coordinada con los ayuntamientos para sumar sinergias. Sigue sin haber un proyecto claro de provincia. El equipo de Gobierno, y también la oposición, están, la mayoría de las veces, a otra cosa que no es defender la provincia frente a los gobiernos de Valladolid y Madrid. La instrumentalización política de la Diputación por parte de los partidos perjudica seriamente la eficacia y la eficiencia de la institución.

Hay muchas voces -algunas dentro de la propia entidad- que plantean no ya un debate, sino la supresión directa de las diputaciones, pero parece claro que si algo que las hace hoy insustituibles y les da plena carta de naturaleza en este momento es precisamente liderar esa lucha contra la despoblación. Nunca es tarde para evitar que decenas de pueblos se vean abocados a colocar el cartel de se vende. No será fácil y exigirá esfuerzo y compromiso, también de los municipios. Manos a la obra.