Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Kafka

21/10/2021

La creación de una comisión de investigación por un incendio puede que sea, en el ranking de las bobadas que cotidianamente expele la actividad parlamentaria, una de las más lelas que se hayan visto en los últimos tiempos. Y mira que hay competencia.
El incendio de la Paramera, en Ávila, ha sobreexcitado el cacumen político de los grupos parlamentarios, todos los cuales, por acción u omisión, vienen a validar la propuesta de Por Ávila. En el pandemónium político del momento, este partido puede ser dirimente y no conviene cabrearlos.
Pero los ciudadanos deben saber que más allá de tacticismos, sus señorías carecen de cualificación y ascendente para conocer de qué modo operan los servicios profesionales que son quienes en última instancia toman las medidas de extinción de un incendio. Sin embargo, pagados de sí mismos, se arrogan una omnisciencia que les lleva a esta osadía . Qué sabrán ellos y con qué autoridad se meten a meticones en un asunto así.
Pidan informes técnicos, recaben dictámenes periciales incluso externos si lo creen preciso, estimulen los controles y evaluaciones dentro de la propia Consejería para corregir lo que hubiese que arreglar para el futuro. Oigan a los profesionales.
Pero déjense ya de comisiones de investigación que tanto dinero cuestan, de tan poco valen y, sobre todo, siempre lo decidimos, nacen lastradas por los prejuicios de unos y de otros en contra incluso de la verdad. 
Como las Cortes regionales no eleven un poco su kafkiano proceder nos vamos a encontrar, no tardando, con un parlamento de espaldas a la sociedad de modo irremisible. Ah, y por cierto: si quieren materia de investigación (igual es que se aburren), ¿por qué no se investigan a sí mismos, en concreto la relación coste/resultado? Igual esa si es una investigación esclarecedora.