Blanca García Álvarez

De aquí y de allí

Blanca García Álvarez


Adultos de verdad

09/02/2023

Ayer entré en la biblioteca a la que voy todos los días y encontré algo excepcional: adultos de verdad. Una población bastante diferente a la que diariamente poblamos las mismas mesas, esos niñatos universitarios como yo a los que me gusta llamar 'adultos en prácticas'.

Los nacidos a partir de 1990 sabemos que el apellido 'en prácticas' suele significar que ni aprendes ni cobras y que ves a gente funcional haciendo tareas que te dicen que un día te tocarán a ti -mientras miras con terror a tu supervisor ante esa perspectiva-. Igual de becaria me siento hacia la adultez.

Les comenté a mis amigas este cambio demográfico en nuestra sala de estudio y toda conversación terminó con nuestro verdadero miedo: cumplir los 25. (Niñatas, ya he avisado). El terror por convertirnos en esa persona funcional que sabe cuándo se paga el gas, compara el precio entre gasolineras, sabe cuántos días libres tiene en el trabajo y se maneja con el papeleo. 

Ese ser humano que sabe -sin GPS- qué salida coger para ir de Cavia a Astudillo. Que conoce todas las leyes orgánicas, reales decretos, proyectos y proposiciones de ley que se tramitan esta legislatura. Que es capaz de mantener la mirada al dolor ajeno y no quita la vista cuando ve a una niña entre los escombros de su casa, de su vida y de su nación.

Quizás por seguir en prácticas mantengo ciertos defectos que se irán con el paso de las décadas: no soy capaz de mirar esa imagen, ni de decir sin sentir un escalofrío que recorre cada vértebra de mi cuerpo que más de 400 condenados por agresiones sexuales han visto reducidas sus penas. A lo mejor es una de esas 'malas costumbres' de recién llegado a una empresa que se quitan cuando has normalizado las terribles prácticas para dormir tranquilo y que te molestan profundamente cuando la siguiente generación de aire fresco critica lo que 'se ha hecho así toda la vida'.

Yo me siento un poco Miguelón comparada con la especie superior que es el adulto de verdad pero estoy mucho menos evolucionada aún con respecto a esa pequeña turca, que se agarra a una vida que yo todavía no he aprendido a manejar.