Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


Jaque al rey

21/12/2020

La política española se ha convertido en una suerte de enrevesado damero en el que Pablo Iglesias, líder de Podemos y factótum del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, mueve sus peones, caballos, torres, alfiles… a su antojo, sin importarle en absoluto que el damero se haga trizas en su particular jaque al rey a través del emérito. Pero lo peor es que al inquilino de La Moncloa, más preocupado por mantenerse en su sillón con extrañas alianzas, no parece importarle un bledo que su socio de gobierno haya dado carta blanca a sus huestes para el asedio por tierra, mar y aire a la monarquía parlamentaria española.
Bien es cierto que el comportamiento de don Juan Carlos y sus manejos dinerarios le están viniendo de perlas, pero no lo es menos que don Felipe en nada se parece al padre. Es verdad que es el del mismo árbol, pero de distinta rama y lo ha demostrado con sus decisiones. Con ese borbón y cuenta nueva ha evidenciado muchas cosas, que es un auténtico estadista y, sobre todo, que no le duelen prendas en esa autodepuración y trasparencia de la Corona. Ya me gustaría que nuestros líderes políticos, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, aplicaran las mismas exigencias y estándares de autopurga en sus partidos.
Además, forzar de esta forma torticera un debate entre monarquía y república en España ahora mismo, con la carga de crispación política y populismo barato que hay, puede ser letal, pero eso ya lo saben Iglesias y Sánchez, al que no parece importar que se ponga en solfa no ya la jefatura sino el Estado mismo y su modelo. Muchos presidentes en repúblicas cercanas y lejanas han sido investigados, imputados y se han sentado en el banquillo para responder por delitos económicos, corrupción… -Nixon en EEUU y Sarkozy, en Francia, sin ir más lejos- pero a nadie se le ha ocurrido atacar o poner en tela de juicio las bases del sistema.