Juan Francisco Lorenzo

Pensar con los ojos

Juan Francisco Lorenzo


Vínculos

20/09/2021

Las 10 a.m. de un día cualquiera. Me dispongo ante el ordenador a resolver asuntos pendientes que reclaman mi atención. 
Necesito dos camisetas, las busco en la red, elijo y las pido: en 48 horas las tendré en mi casa. Un amigo al que hace tiempo que no veo me escribe por un chat, nos ponemos al día de nuestras vidas y le mando unas fotos de mi primer viaje tras el confinamiento. 
De una compra reciente me reclaman el importe: entro en mi banco y en un par de minutos hago la transferencia pendiente. Los bancos además ya no quieren vernos por sus oficinas. De paso, entro en la página de la DGT y abono el importe de una multa para ahorrarme el 50%. Tras un rato sentado ante el ordenador el cuerpo me pide ejercicio, antes iba a un gimnasio 2 días a la semana, pero ahora a través de internet he encontrado tablas de gimnasia que le van como anillo al dedo a mis músculos y articulaciones. Tras media hora de ejercicios vuelvo a las siguientes tareas.
Desde hace unos días siento un dolor un tanto extraño y recurrente en el abdomen. Mi médico de cabecera me dice por teléfono que no cree que sea nada pero yo no estoy tranquilo: por un módico precio una compañía de seguros me ofreció especialistas médicos de atención inmediata, telefónica también, y llamo. Tras contactar con un especialista de aparato digestivo y contarle mis síntomas sospecha que lo mío son gases y me tranquiliza. 
El próximo fin de semana quería escaparme a la playa, busco hoteles a buen precio y reservo habitación: hecho. 
A estas alturas de la mañana, tras hacer tantas gestiones siento hambre; me apetecen macarrones con unas setas que me han regalado; nunca lo he cocinado pero entro en un tutorial de recetas y encuentro varias posibilidades. 
No he ido a un comercio, ni al banco, ni a tráfico, no he estado con amigos ni en clase de cocina ni en el gimnasio, pero hoy desde casa, puedes hacerlo todo. Algunos dicen que esto no es sano emocionalmente, que las relaciones humanas son necesarias y que la red nos está separando, nos está convirtiendo en individualistas y solitarios, dicen que la calidad de vida tiene relación directa con la calidad de nuestros vínculos: quizás sea cierto, tendré que valorarlo.