Señora Montero, doña Irene, querida ministra. Acabo de ver la imagen y de leer los comunicados de twitter, con los que, tanto usted, como la señora Belarra, doña Ione, han jaleado el lanzamiento de la campaña El verano también es nuestro. El montaje fotográfico que recoge a cinco mujeres en la playa, tres especialmente obesas, una que muestra su torso desnudo operado de mastectomía, y otra que estira su axila sin depilar, junto con los dos tuits promocionales que la señora Belarra y usted misma han redactado para la ocasión ¡Todos los cuerpos son de playa…! ¡Todos los cuerpos son válidos…! El motivo de mi carta, sin embargo, es otro. Tengo gran interés en preguntarle si su proyecto de nuevo régimen también incluye la equiparación del ser al estar. Si cuando ustedes dicen que todos los cuerpos son de playa, lo hacen queriendo decir que todos los cuerpos también están de playa.

Si cuando afirman que todos los cuerpos son válidos, se refieren a que el de un miope galopante como yo, más de veinte dioptrías me contemplan, también está para pilotar un Falcon. Y es que, mi muy querida señora, en ocasiones, el significado de ser y el de estar no resulta ni parecido. Usted puede estar tonta un día. O no. Incluso una legislatura. Pero serlo le llevaría toda una vida. Ser, afirma de las personas el significado de lo que se les atribuye. Estar, expresa un determinado estado. Omnívoro se es. Vegano se está. Se es del Atleti. Se está del Madrid. Por eso le pregunto. Ser o estar. Sí. Porque me supongo que, por un lado, usted estará deseando que lo uno signifique lo mismo que lo otro. Imagínese. Ser ministra. No limitarse a estar de florero del señor Sánchez, don Pedro. Pero, por otra parte, seguro, que no. Que prefiere seguir haciendo caja a costa del ser y el estar de nuestros genitales. Una es mujer y está mujer, o viceversa. Usted cobra. Concepto, cisgénero. Una es mujer y está hombre. Razón, lesbiana. Uno es hombre y está mujer. Comisión, Gay. Uno es hombre, y, está cuándo de hombre, cuándo de mujer. Dieta Bisexual. Una es uno y está una, o no es una y no está uno. Cuota Intersexual. ¡Todos los cuerpos son de playa…! ¿Son, doña Irene…? No lo creo. El mío, desde luego, no lo está…