Ana Castellanos

Ana Castellanos


Una de heroicidad

10/03/2021

Hace poco escuché que es una heroicidad abrir un despacho de abogados. Pero más aún lo es apuntarse al maltratado turno de oficio, porque quizás no sepan que un profesional que defienda un peligroso delincuente sin suficientes recursos económicos solo gana 250 euros después de todo el proceso, que gracias a lo garantista de nuestro sistema judicial conlleva decenas de trámites, idas y venidas, viajes a los juzgados... Y todo por 250 euros. Pero no solo es gravoso defender a un delincuente. En ocasiones, también ciudadanos inmersos en asuntos muy complicados disfrutan de la llamada justicia gratuita, aunque yo la consideraría gratuita también para la Administración. Ysucede que esos pleitos se alargan años y años, en los que desgraciadamente la Justicia deja de ser eficaz y pierde todo su sentido. De nuevo, la Administración condena a quienes malpaga a retrasos injustificables por la falta de recursos humanos y materiales en los juzgados. Pero mientras tanto, el abogado de oficio sigue acumulando folios y estudiando como sacar a su cliente del problema o, si es imposible, tratar de reducir al máximo las penas que le vayan a imponer los jueces.
De heroicidades está el mundo lleno la verdad y, en especial, el rural. Solo hay que hablar con unos y otros para comprobar cómo muchos profesionales y autónomos se parten la crisma para salir adelante y salvar las trabas que pone la Administración con su infinita burocracia y las dificultades por falta de servicios que deberían considerarse básicos y esenciales, como pueden ser unas adecuadas telecomunicaciones o unas carreteras como Dios manda. Quizás algún día la fibra óptica llegue a todos los rincones del mundo rural y nuestras vías de comunicaciones se adapten a los tiempos que corren. La pregunta es cuántos héroes quedarán entonces en nuestros pueblos.