Con parte de la afición sacudiéndose aún la arena de la playa o llenando de bañadores la maleta antes de partir de vacaciones, LaLiga SmartBank regresa esta noche a El Plantío dos meses y medio después del empate sin goles ante el Girona. Aquel 0-0 ante un rival que acabaría ascendiendo refrendó la consistencia de un Burgos CF que en su regreso a la Segunda División tras 20 años alejado del fútbol profesional logró con buena nota y mucha antelación el objetivo de la permanencia gracias, principalmente, a su solidez defensiva. 

Los 55 puntazos de entonces ya son historia y hoy arranca un nuevo curso, el segundo consecutivo en la categoría de plata, con ilusiones renovadas y el reto de mejorar partiendo de la misma base del año anterior: la consistencia. La pretemporada da motivos para confiar al hincha, que entre bañito y bañito para refrescarse del intenso calor de este verano ha mirado con asiduidad su móvil deseando leer en las redes sociales (o en este periódico) el nombre del '9' y de esos dos (o tres) jugadores más de ataque que aún faltan por llegar y que están llamados a evitar que echemos de menos los goles de Juanma o Guillermo.

Un Málaga convenientemente reforzado para recuperar su sitio en Primera mide hoy el estado actual del Burgos 3.0 de Julián Calero y Michu, aún en construcción. LaLiga es muy larga, pero el equipo blanquinegro no mira más allá del encuentro de esta noche ante los Rubén Castro, Fran Sol, Gallar, Jozabed y cía. Partido a partido, punto a punto hasta el objetivo final. El fútbol son 11 contra 11, reiteró Calero en la previa, y ya se vio el año pasado lo que costó ganar al conjunto burgalés. No solo "estamos de vuelta", sino que además "esto va en serio", proclaman desde el club. Ha llegado la hora de demostrarlo. Todos.