El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el martes a bombo y platillo durante su comparecencia en el Congreso que el Ejecutivo patrio bonificará el 100% de los abonos de varios viajes para cercanías, rodalíes catalanes y trenes de media distancia operados por Renfe, por lo que pasarán a ser gratuitos desde el 1 de septiembre de este año hasta el 31 de diciembre. Nada que objetar a un nuevo gratis total que pagaremos con nuestros impuestos si dos días antes no nos enteramos de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha ultimado ya el mapa de los autobuses interautonómicos, que eliminará paradas en nada menos que 78 pueblos burgaleses. Así de primeras, 25.119 habitantes perderán su conexión con alguna ruta de transporte entre distintas comunidades autónomas, según el documento.
Mientras a unos ciudadanos se les subsidia completamente el transporte, para otros, los del medio rural, desaparece una de las opciones de usar el transporte colectivo como alternativa para desplazarse en su vehículo particular y hacer frente a la carestía de los carburantes. La escasa población de los municipios afectados, desde luego, no puede ser eterna disculpa ni aceptarse como argumento para justificar este nuevo recorte de servicios, que, por lo demás, echa por tierra e invalida el discurso del Ejecutivo de Sánchez sobre el reto demográfico. Con decisiones como esta dónde diablos queda eso de priorizar políticas y medidas para mejorar servicios, fijar población en los pueblos y vertebrar territorios con baja densidad demográfica…
Esther Peña, secretaria provincial del PSOE y diputada socialista burgalesa, como fiel escudera del Gobierno central -otro gallo cantaría si la decisión fuera de un Ejecutivo del PP- ha estado al quite de las críticas y tratado de justificar, con más pena que gloria, una medida que supone un nuevo jarro de agua fría para la provincia de Burgos. Difícilmente el servicio de autobús interautonómico puede llegar a más personas en el medio rural, con mejores precios y tiempos de viaje más competitivos, si lo que se hace, así de pronto, en vez de bonificarlo como los cercanías, es borrar 78 pueblos del mapa de las rutas.
No se puede comulgar eternamente con ruedas de molino.