Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


No todos los culos son iguales

20/06/2022

La pasada semana se lio la cosa con el fútbol y eso que la Liga ya ha terminado. El caso es que el Burgos CF, después de su exitosa temporada, lanzó su campaña de socios para el curso venidero. Y se lio porque partía de un principio, cuando menos curioso, que no todo el mundo compartió. Resulta que, básicamente, los niños y los adultos pagaban igual. Por decirlo a lo bestia: un asiento lo ocupa un culo y no importa si es grande o pequeño, lo ocupa (y paga) igual. Este es el sofisticado principio de márketing en el que parecía basarse toda la jugada, nunca mejor dicho. 

El caso es que es cierto, un asiento es un asiento, pero obvia varias cosas, entre ellas la realidad que sucede en el mundo. Los niños pagan menos en el cine, en el avión, en el autobús, en el circo, en la piscina y en los campos de fútbol de la misma categoría en la que juega el Burgos CF. No son los únicos; tienen también descuentos con frecuencia estudiantes y, en otros tiempos, en El Plantío mismo, los militares. Sucede igual con los jubilados, todo el mundo lo sabe. Por ejemplo, el recientemente fallecido batería de los Rolling Stones, Charlie Watts, a pesar de ser multimillonario, al cumplir los 65 años se presentó en el centro cívico de su barrio para pedir la tarjeta de transporte de jubilado de Londres. A pesar de su fortuna, podía viajar más barato aunque ocupaba el mismo espacio que otra persona que pagase más. De cajón.

En los casos de niños y jóvenes, el precio es menor porque si los chavales van al fútbol de pequeños irán de mayores, pagarán lo que les toque como tales, llevarán a sus hijos y seguirá la rueda. Por eso conviene no echarlos, como conviene no echar de las tiendas tipo Bershka a las adolescentes que van a probarse ropa sin comprar para matar la tarde, porque serán las clientas del futuro. 

Siguiendo el tópico deportivo, el jueves por la tarde, visperísima del Curpillos, las aguas volvieron a su cauce en el club del Arlanzón, la directiva reconsideró la estrategia y los menores, finalmente, pagarán la mitad que los adultos. Así, los chavales a los que les mola el fútbol van a poder ser socios por un precio razonable, y a nadie le quedará ninguna duda de que no todos los culos son iguales. Salud y alegría.