Este año, los Reyes Magos están comprobando en las cartas que les mandan los niños de todo el mundo que hay una petición que se repiten: quieren besos y abrazos, esos pequeños gestos que la pandemia nos ha quitado a todos, y los quieren repartir entre sus familiares, amigos, vecinos... Así que los magos de Oriente han seleccionado al azar una ciudad para dejar repartidos por ventanas, balcones, escaparates, verjas, bancos, farolas, árboles y cualquier sitio bien visible unos corazones con brazos para simbolizar esos besos y abrazos que tanto añoran los niños. ¿Y adivinan a qué ciudad le ha caído en suerte? A Aranda de Duero.
Este es el argumento de la campaña que están promoviendo estos días Ágatha Rodrigo y su madre Maria Teresa Fernández, con el objetivo de llenar las calles y casas de Aranda y la comarca con todo tipo de corazones con brazos, como sinónimo de ese contacto físico cercano para el que aún tendremos que esperar. «Fue mi madre a la que se le ocurrió un día y empezamos a moverlo por redes sociales y ya tenemos mucha gente que se está sumando a la idea», explica Ágatha entre sorprendida, agradecida y esperanzada.
La idea inicial es que los corazones se puedan colocar donde cada uno considere mejor la tarde noche del 5 de enero, siempre respetando las horas del toque de queda, para que la mañana del día de Reyes «los niños puedan sentir ese calor que no pueden dar y recibir este año». «Los corazones pueden ser de todo tipo y material, no tienen que ceñirse al típico rojo, se pueden hacer con telas, con cartulina, con goma eva, con mensajes...», aclara Ágatha, animando a todo el que quiera a que «eche una mano a los Reyes Magos para que haya mucho corazones por Aranda».
La iniciativa está calando en la sociedad y ha llegado incluso al Ayuntamiento de Aranda que está en contacto con las promotoras para poder hacer algún guiño a esta propuesta y colaborar en llenar las calles arandinas de este bonito gesto. «Sería un ejemplo de ciudad comprometida y unida para un fin común, pero cada uno participando individualmente, colocando los corazones en su casa, negocios, comercios, y que los niños se levanten el día de Reyes y sientan que ha sucedido algo mágico en su ciudad», admite Ágatha, esperando que el proyecto tenga amplio seguimiento.