Regreso a los entrenamientos para la Arandina de Álex Izquierdo y «buenas sensaciones» en continuidad a lo ya expuesto por el propio técnico la semana pasada tras el confinamiento de sus futbolistas debido a un brote de COVID-19 en el vestuario.

En ese sentido precisamente, tres bajas sólo para la plantilla blanquiazul en su retorno al trabajo -aunque entre las últimas horas de ayer lunes y en el transcurso de hoy se espera terminen de tramitarse las restantes altas médicas-, y mente puesta ya en el próximo compromiso que la entidad de El Montecillo deba disputar este fin de semana a orillas del Ebro.

Un partido que supondrá oficialmente el estreno arandino en liga esta temporada, y que el propio Izquierdo ha calificado de «incierto» para sus jugadores puesto que, según ha relatado tras su reciente visita a La Albuera (se desplazaba hasta allí el domingo para ver de primera mano el encuentro que el filial mirandesista debía disputar ante la Segoviana), el conjunto de Jonathan Prado acudía a la ciudad del acueducto «muy condicionado» y con únicamente doce jugadores del primer equipo disponibles. Un escenario a todas luces insuficiente para tratar de hacer frente a uno de los máximos favoritos al título de liga, pero menos aún para poder sacar conclusiones y hacerse una idea del auténtico rival al que se medirán sus pupilos este sábado más allá de que espera sea un adversario que busque «proponer en ataque a partir de la posesión».

Para lograr que eso suceda, Prado deberá seguir trabajando a lo largo de esta semana con la idea de poder ajustar correctamente a la mayor cantidad de piezas nuevasllegadas este año a Ence. Misma situación a la que tratará de hacer frente el propio Izquierdo en la Arandina, para «volver a recuperar ese tono competitivo que creemos teníamos hace quince días», y que espera pueda llevarse a cabo con éxito, en parte, gracias a las sesiones de trabajo telemático que venía desarrollando el vestuario estos días atrás con ayuda de Denis Serrano.