La presidenta del Colegio de Enfermería, Esther Reyes, no recuerda un año con tantas jubilaciones de enfermeras como el 2022, que, según datos de la organización burgalesa, cerró con 73. «Es una barbaridad», señaló Reyes, explicando que una parte de estas retiradas se preveía por edad, pero que el aumento del 8,5% de las pensiones incentivó muchas bajas con las que no se contaba. Así, y teniendo en cuenta datos oficiales de Sacyl, Burgos ha perdido en un solo ejercicio al 4,78% de las 1.526 profesionales de esta categoría.

La portavoz de las enfermeras burgalesas matiza que el hecho de que 73 profesionales se hayan jubilado en Burgos no significa necesariamente que esas plazas no vayan a ocuparse. Al revés, explica que lo habitual es que se consideren puestos vacantes y que, por tanto, se cubran con la bolsa de empleo específica para esta materia hasta que se convoque una oposición (oferta pública de empleo) para la categoría -en la que quienes ahora tienen contratos de interinidades pueden optar a la plaza fija en Sacyl- o, también, hasta que se convoque un concurso de traslados.

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